Carta de la editora
La mirada del outsider
Hay una idea, real y recurrente, de que no vemos las cosas que están demasiado cerca. No apreciamos su belleza porque quizás las vemos todos los días y se nos hace costumbre, y cuando precisamos algo bello lo salimos a buscar más lejos. A las cosas que tenemos al lado no les damos la verdadera dimensión que tienen, seguramente porque nos falta la perspectiva suficiente para verlo desde todos sus ángulos y en su totalidad. Pero después, aparece alguien o sucede algo que nos abre los ojos y les devuelve a esas cosas su valor real. Es la mirada del outsider, a veces tan acertada como necesaria.
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