Un sufrir silenciado

La salud mental, el otro lado de la maternidad

Cinco de cada 10 mujeres sufren algún trastorno del estado de ánimo durante el embarazo y después del parto; sin embargo, el 75% no son diagnosticadas
Publicado el 30.04.2024  - 11 minutos
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Por Magdalena Cabrera
@mcabreran

“Me reestresan las tomas nocturnas, que considero que son reimportantes, pero me agotan muchísimo. Hay noches que siento que no doy más, quiero salir corriendo y renunciar”. Así se manifiesta sobre la maternidad y la lactancia una de las protagonistas del documental Años cortos, días eternos de la directora, guionista y productora argentina Silvina Estévez, estrenado en 2020. El documental, que recorre tres años en la vida de diferentes mujeres, incluida la propia directora, observa la etapa de puerperio (luego del nacimiento, mientras el cuerpo vuelve a su estado anterior al embarazo) y el sentir de estas madres durante su transcurso. “Sí, necesito ir a facultad, sí, necesito trabajar, pero por ahí siento que la carga mental es muy grande”, expresa angustiada y entre lágrimas otra de las protagonistas.

Estas confesiones dan cuenta de lo difícil que puede llegar a ser para muchas mujeres atravesar esta fase. De hecho, está comprobado que cinco de cada 10 mujeres sufren algún trastorno perinatal del estado de ánimo y ansiedad durante el embarazo y el primer año después del parto.

“El período perinatal es un momento de tsunami hormonal que genera mucha vulnerabilidad. Está demostrado que se transforma enormemente el cerebro de la mamá. Esto nos hace más disponibles para el encuentro, para criar y decodificar, pero también nos hace más frágiles. A su vez, hay que sumarle todos los cambios sociales y las exigencias que implican gestar, parir y criar a un otro”, señaló a Galería Inés Acosta, psiquiatra infantil y perinatal que forma parte del equipo de Gestando, una clínica que se especializa en la salud mental perinatal a través del acompañamiento y el cuidado del bienestar emocional de madres, familias y profesionales de la salud.

La salud mental perinatal refiere al diagnóstico, el tratamiento y el acompañamiento del estado emocional de la mamá y su bebé, pero también del papá y el resto de la familia en el período que va desde la búsqueda del embarazo hasta la crianza de los primeros años, etapa que ha sido históricamente descuidada. Los sistemas de salud siempre se han ocupado del bienestar físico de la madre y el niño, pero no han tenido en cuenta los aspectos psicológicos y emocionales.

De allí, en parte, se desprende un dato que rompe los ojos: el 75% de las mujeres que sufren trastornos perinatales en el estado de ánimo o ansiedad no consultan, por lo tanto, no son diagnosticadas ni reciben tratamiento y se exponen así a cuadros más agudos y complicados. “No consultan un poco por desconocimiento y, otro poco, por lo que van a decir los demás: ‘¿Cómo en este momento, que deberías estar en plenitud y felicidad, te sentís así? Ya va a pasar’. Entonces, aparece la culpa, la incomprensión, la soledad y el estigma de la salud mental: ‘Soy una mala madre, no estoy pudiendo con esto. Mirá si me sacan el bebé’”, comentó Acosta. Se trata de un sufrir silenciado.

No todo es color de rosa. Atentos a estos números, desde hace algunos años diversos movimientos y organizaciones se han comprometido con la causa y trabajan para visibilizar y concientizar sobre esta realidad que afecta a tantas mujeres y familias. Gracias a esto, desde 2016 en muchos países se conmemora el primer miércoles de mayo el Día Mundial de la Salud Mental Materna, que este año cayó el 1º de mayo. Uruguay, a través de acciones concretas del Ministerio de Salud Pública (MSP) y del Ministerio de Desarrollo Social, se pliega a esta conmemoración. En el plano internacional, la Alianza de Salud Mental Perinatal propone una agenda de actividades, que para este año incluye la proyección del documental Años cortos, días eternos y una charla posterior con Estévez de forma virtual.

El lema que dichas organizaciones han puesto para este año es “Por una salud mental perinatal universal”, y entre sus objetivos se encuentra lograr que la Organización Mundial de la Salud reconozca oficialmente el primer miércoles de mayo como el Día Mundial de la Salud Mental Materna. Además, se proponen desenmascarar el estigma que rodea a los problemas de salud mental perinatal mediante la educación y la prevención y defender y promover el acceso a los servicios de salud mental para todas las mujeres en esta situación.

“Históricamente la maternidad siempre tuvo un halo de color rosa, era entendida como un período feliz para la vida de la mujer, principalmente, y su familia. La mujer estaba hecha para tener hijos, parir y ser mamá, entonces no había brecha para plantear que podía no ser un momento feliz”, señaló a Galería Yeni Lacerda, psicóloga y psicoterapeuta de Gestando. Esto provocó el retraso en las investigaciones sobre este período y ocasionó que las mujeres sientan culpa, cuando la maternidad y sus implicancias les causan rechazo o malestar. “La mujer va a entender que de eso no se habla, no lo va a contar. Por ahí también aparecen los infradiagnósticos”, explicó.

En este sentido, Acosta recordó que, hasta hace relativamente poco, la ciencia consideraba que el embarazo era “una etapa protectora” para la salud mental, cuando en realidad es todo lo contrario. “Entonces, si socialmente no estaba habilitado expresar el malestar y desde el punto de vista de la ciencia se creía que era una etapa de protección, todavía más se retrasaron las investigaciones y el conocimiento”.

Más allá de esto, Lacerda llamó la atención sobre el peligro de irse al otro extremo y ver solo lo negativo de la maternidad, que por supuesto tiene muchas cosas lindas y buenas. “Ahora todo parece un espanto. A veces, vemos mujeres que desean ser mamás y cuando vienen a consulta nos dicen que tienen pánico al parto, a ser madre, etc. Creo que tenemos que encontrar el punto medio. Para un montón de mujeres es un período feliz y de buenas experiencias”, aclaró.

Trastornos que dejan huella. Entre los trastornos que pueden sufrir las mujeres durante el período perinatal, los más frecuentes son la ansiedad y el trastorno depresivo. En casi la mitad de los casos, el trastorno comienza durante el embarazo, pero debido a la falta de controles y de concientización se detecta recién en el posparto. “Pueden aparecer malestares transitorios, que quizás con un correcto acompañamiento pueden resolverse fácilmente, pero si no se acompañan pueden complicarse. En el otro extremo tenemos situaciones de trastornos emocionales y psicopatológicos que generan un alto impacto”, subrayó Acosta.

Al respecto, Ana Aguirre, también psicóloga y psicoterapeuta de Gestando, aseguró que la maternidad es “un período de crisis vital que se da a un ritmo muy vertiginoso”. Señaló que la transformación del cerebro de la mamá es de tanto impacto que muchas veces se compara a los cambios que este órgano sufre durante la adolescencia. La diferencia está en que “en la adolescencia tenemos unos años para transitar, en cambio acá son unos meses de embarazo y la mujer ya tiene en brazos a un bebé y la vida le cambió un montón”. Tan imponente es el cambio para la mujer que hasta adopta una nueva identidad: ya no la llaman más por su nombre, ahora es “mamá”.

Más allá de esto, es importante no perder de vista que los trastornos que puede sufrir la mujer en el período perinatal no la afectan solo a ella, sino también al bebé y al resto del núcleo familiar. Las personas se construyen a partir de las experiencias de vida y está demostrado que las tempranas, aquellas que se dan durante la gestación y los primeros años de vida, son “altamente permeables y moldean los sistemas de nuestro organismo, como cerebro, defensas y todo lo que regula nuestro cuerpo, tanto a nivel biomédico como psicoemocional”, subrayó Acosta. Por esta razón, las experiencias adversas, sobre todo si son prolongadas, pueden generar importantes secuelas. De allí que “cuidar del bienestar de todos los protagonistas sea una inversión a futuro”, dijo la experta.

Ana Aguirre, Inés Acosta y Yeni Lacerda.   Foto: M. Rodríguez

Ana Aguirre, Inés Acosta y Yeni Lacerda.   Foto: M. Rodríguez

Investigaciones recientes han demostrado que, cuando una mujer embarazada vive situaciones de muchísima ansiedad y angustia o de guerra o violencia intrafamiliar, los niveles de estrés atraviesan la placenta y llegan al bebé, provocando que su cerebro se desarrolle de una manera mucho más permeable o susceptible. Esto llevará a que cuando el bebé vaya creciendo y se enfrente a situaciones desafiantes le cueste manejar la angustia y la ansiedad, por ejemplo. “Va a ser mucho más vulnerable que sus pares y, si nace en situaciones de violencia, hay muchas más posibilidades de que genere una historia de vida bastante más dura”. Por esta razón, “nosotros decimos siempre que trabajamos en los cimientos o en las bases de lo que va a ser ese futuro adulto”, agregó Lacerda.

Mirada multidisciplinar. Esta realidad deja al descubierto la importancia de la educación y concientización sobre el tema. Por otra parte, evidencia la necesidad de incluir en el sistema de salud dispositivos que realicen el acompañamiento adecuado a todas las embarazadas, donde cuerpo y mente no se consideren por separado. “Estamos acostumbrados a que, cuando a una mujer se le abre el carnet obstétrico, se le da el pase a la nutricionista y al odontólogo, pero no nos cuestionamos por qué no a salud mental”, reflexionó Lacerda. A veces, incluso, tan solo se trata de que el cuidado ginecológico incluya preocuparse por la parte emocional de la mujer y en consulta se le pregunte cómo se siente, si está durmiendo bien, si está preocupada por algo.

No obstante, las expertas de Gestando tienen una visión positiva sobre los servicios que ofrece en este sentido el sistema de salud uruguayo hoy. “Estamos mucho mejor que años atrás y, si nos comparamos con el resto de Latinoamérica, venimos muy bien con esta campaña”, aseguró Acosta, quien recordó que hace un par de años el MSP se puso como meta aplicar un cuestionario, llamado Escala de Edimburgo, a todas las madres primerizas para detectar síntomas de depresión. No obstante, aclaró que la práctica todavía no se ha logrado universalizar. Estas especialistas opinan que aún falta tener una mirada más integrada. “Hay cada vez más iniciativas aisladas que implementan algunos servicios de salud, pero no se logra una mirada multidisciplinar”, dijo Lacerda.

Más allá de las políticas públicas o los servicios de salud, en el día a día todos podemos colaborar para naturalizar esta realidad. “Es importante poder hablar, comunicar, entender y escuchar”, afirmó Aguirre. “Por ejemplo, entre amigas preguntarse cómo se está sintiendo, cómo la viene llevando. Y una vez que recibimos información, saber canalizarla. No juzgar, culpabilizar o invalidar. Hay que tender redes”.

En definitiva, se trata de ser conscientes de que la atención a las madres, desde lo personal o desde el sistema de salud, es una intervención positiva para el desarrollo social a largo plazo.

Apoyo para la familia y para los profesionales de la salud

Gestando ofrece distintas modalidades de atención que se adaptan a la necesidad de cada madre, pareja o familia, incluso se ofrecen consultas combinadas para la mamá y el bebé. Como la salud perinatal va desde el momento de la búsqueda del embarazo, también se ofrece asesoramiento emocional y psíquico en su planificación o en la infertilidad. Además, estas especialistas acompañan en aquello que llaman sorpresas en la perinatalidad, como un diagnóstico de malformación o la muerte intrauterina de un bebé o después de nacido. “Son duelos que suelen ser silenciados y parte del desafío es poder poner en palabras lo que sienten, que la pareja o solo la madre o solo el padre encuentren el espacio para hablar”, comentó Aguirre.

A su vez, en Gestando también realizan acompañamiento y capacitaciones a profesionales de la salud. “Formar a los profesionales es la base de ese acompañamiento tan necesario y de la detección precoz de estos casos”, dijo Lacerda. No obstante, no hay que olvidar que estos mismos profesionales muchas veces están expuestos a situaciones muy difíciles, de allí que muchos terminan siendo pacientes.

Salud y bienestar
2024-04-30T11:32:00

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