Cultura
La segunda vida de La Galatea, una imprenta a pedal
Buena parte de la obra de José Pedro Díaz y Amanda Berenguer fue impresa por ellos mismos en la vieja máquina de origen alemán
Gabriel Pasarisa, restaurador de La Galatea. Fotos: Mauricio Rodríguez
@riguetti2021
Desde el día en el que se conocieron, en 1938, José Pedro Díaz y Amanda Berenguer desearon editar sus propias obras. La pareja se casó el 10 de noviembre de 1944. Rimmel Berenguer, padre de la novia, rematador de profesión, como regalo les compró una vieja imprenta minerva de origen alemán, fabricada en 1880. Tuvo que viajar a Paso de los Toros a buscarla, y ya en Montevideo la instalaron en la calle Roberto Koch 3858 casi San Martín, el primer hogar del matrimonio. De esa manera la imprenta inició una historia de idas y vueltas, de abandonos y olvidos, pero también de esplendor y renacimiento. Tuvo que pasar mucha agua bajo el puente para que en junio de 2023, como celebración de los 270 años de la Biblioteca Nacional, la institución presentara la primera colección de libros de la segunda época de La Galatea, aquella vieja minerva que perteneció a Díaz y Berenguer. Los títulos elegidos fueron: la antología poética Otro 45; el ensayo La historia de La Galatea, de Alfredo Alzugarat, y un cuento, el primero de Carlos Maggi, Contra el murallón.
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