La magia entre costuras

Cristóbal Balenciaga, la serie del diseñador vasco que marcó la alta costura

Publicado el 21.02.2024  - 8 minutos
imagen de Cristóbal Balenciaga, la serie del diseñador vasco que marcó la alta costura

Por Sofía Supervielle Villalba
@so.fiasofia

La alta costura es el arte de la moda por excelencia. Es el universo de los vestidos hechos a mano y a medida del cliente. De la elección cuidadosa de telas, bordados e hilos, para que el resultado sea único. Es un mundo característico, más que nada, de tiempos pasados. De las épocas en las que la moda giraba en torno a las, o los, modistos, que mantenían la creencia de que la ropa debía acomodarse al cuerpo y ser una inversión. No al revés, como cuando surgió la producción en serie, democratizando la moda pero normalizando la estandarización de los talles. 

Conversar sobre alta costura es traer a la mesa a Coco Chanel­ (1883-1971) y a Christian Dior (1905-1957), quizá los primeros nombres que surgen al hablar del tema, y a Cristóbal Balenciaga (1895-1972), nombre que el público general puede llegar a pasar por alto. Sin embargo, este último, diseñador y modisto vasco, es de los —por no decir el— grandes maestros de la alta costura; y por eso, de la historia de la moda.

Los atuendos de Cristóbal Balenciaga­, nacido en el pueblo pesquero Guetaria, llegaron a ser los más caros y exclusivos durante la posguerra. Su maison, que lleva de nombre su apellido, fue de las pocas en mantener las puertas abiertas durante la ocupación nazi en Francia. Fue el único diseñador de su época, y eso que era contemporáneo de Dior, Chanel y Elsa Schiaparelli, en vestir a una reina para su boda. La aristócrata española Fabiola de Mora y Aragón caminó al altar con un Balenciaga blanco, de una cola que alcanzó los tres metros de largo y un escote barco, para casarse con el rey Balduino­ de Bélgica en 1960. El acontecimiento coronó así la carrera de Cristóbal, que en ese momento tenía 65 años, y marcó un punto en la historia de la moda al ser Fabiola la primera reina en elegir a un diseñador famoso para encargarle su vestido nupcial. Todos estos, y varios más, son los sucesos que despliega la serie Cristóbal Balenciaga­, recientemente estrenada en Star+ y Disney+. 

<em>Cristóbal Balenciaga (1895-1972), nacido en Guetaria, es de los modistas y diseñadores más importantes de la historia de la moda. </em>

Cristóbal Balenciaga (1895-1972), nacido en Guetaria, es de los modistas y diseñadores más importantes de la historia de la moda. 

Biopic de un maestro. Ya posicionado como el diseñador y modisto más importante de España, se trasladó a París —capital de la moda en ese momento— para escapar de la Guerra Civil española, en 1937. Ese período en que el diseñador y modisto residió en la capital francesa duró 30 años, y es en el que se centra la serie. Los seis capítulos desglosan acontecimientos importantes de ese período a partir de una entrevista que le hace Prudence Glynn (interpretada por Gemma Whelan), periodista de The Times. Esta fue la única entrevista que el vasco dio en toda su vida, recién a sus 76 años, ya retirado y con la maison cerrada. 

Las preguntas de Glynn tocan distintos temas. La relación del modisto con sus inversores Nicolás­ Bizcarrondo y Virgilia Mendizábal­, explorando en ella las discusiones que tenían sobre qué poner al frente: si lo comercial o lo artístico. Su primera colección presentada en París y cómo la crítica fuera de España fue, de a poco, gustando cada vez más de las siluetas que proponía. Su amor por Wladzio D’Attainville, que, además de ser su pareja, diseñaba los sombreros de la maison. La ocupación de los nazis y sus consecuencias en la alta costura. El advenimiento de la moda rápida y las copias de sus diseños. La confección del vestido de Fabiola de Bélgica, que según la serie fue escoltado por numerosos policías desde un aeropuerto de Bruselas hasta la casa de la futura reina. Y por último, Glynn le pide explicaciones al modisto sobre su decisión de cerrar las puertas de Balenciaga en 1968. 

<em>Fabiola de Mora y Aragón lució un Balenciaga, hecho a mano en los talleres madrileños de la casa, para su boda con el Rey Balduino de Bélgica. Foto: AFP</em>

Fabiola de Mora y Aragón lució un Balenciaga, hecho a mano en los talleres madrileños de la casa, para su boda con el Rey Balduino de Bélgica. Foto: AFP

Así se hilvana la primera temporada de esta serie, que explora la obsesión de Balenciaga por la perfección, la constante búsqueda de un estilo propio y la soledad que conlleva ser un maestro, acentuada por las pérdidas de algunos seres queridos. Con personajes que hablan distintos idiomas, algo que no siempre se escucha en las producciones audiovisuales, la serie imita profundamente la realidad en la que Balenciaga estaba inmerso. Con su familia, el diseñador hablaba en euskera. Cuando visitaba las tiendas de su firma en España, conversaba en castellano con las costureras y las clientas de allí; también es en ese idioma en el que hablaba con sus inversores. El francés aparece en toda escena vinculada a la moda parisina y con Wladzio, aunque a veces también dialogaban en castellano. 

Tras las telas. Cuenta la historia que, a diferencia de la mayoría de los diseñadores del momento, Cristóbal se negaba a salir a saludar a los invitados de sus desfiles —que eran mucho más exclusivos, pequeños, silenciosos que los de hoy en día—  luego de la pasada de modelos. Los invitados —dentro de los que estaban sus clientas fieles y futuras, así como periodistas (con libreta y lápiz)— aplaudían, miraban hacia las cortinas por donde salían las modelos, esperando al autor de los vestidos que acababan de ver. 

<em>La serie es protagonizada por el español Alberto San Juan, que interpreta al famoso modisto, y todo el vestuario de la misma es una réplica, de atuendos hechos a mano, de los verdaderos diseños de Balenciaga. </em>

La serie es protagonizada por el español Alberto San Juan, que interpreta al famoso modisto, y todo el vestuario de la misma es una réplica, de atuendos hechos a mano, de los verdaderos diseños de Balenciaga. 

Nunca, en sus 53 años de diseñador, desde que abrió su primera tienda en España a sus 20 años hasta que se retiró a sus 73, salió a saludar a quienes presenciaban la presentación de sus colecciones. Esa manera de mostrarse frente al público y la prensa —es decir de no mostrarse— definió su postura a lo largo de su carrera: reservado y misterioso. Algo que, sumado a la calidad superior de sus diseños, equivalía a la exclusividad pura. Cristóbal Balenciaga es la descripción máxima del dicho “que el trabajo hable por sí solo”. 

Interpretado en la serie por Alberto­ San Juan, Balenciaga es retratado como hiperdetallista, entregado a la búsqueda de la perfección —hasta el punto de arreglar la manga entera de un atuendo cinco minutos antes de que saliera a la pasarela o parar en la calle a una señora que lleva un saco Balenciaga­ para decirle que lo puede ir a planchar a la maison— y analítico —era conocido en el rubro por estudiar los vestidos de otros, desarmarlos para ver cómo los habían hecho—. Su carácter era fuerte y le era difícil delegar, algo que lo mantenía en el éxito y le jugaba en contra por igual. 

<em>La serie, de seis capítulos, se puede ver en Star+ y Disney+. </em>

La serie, de seis capítulos, se puede ver en Star+ y Disney+. 

La magia de Cristóbal. Lo que hizo del diseñador y modisto vasco una figura tan destacada y admirada, y capaz de generar tal impacto en la alta costura, fue su excelencia como modisto, algo con lo que no todos los diseñadores contaban. La mayoría eran —y siguen siendo en la actualidad— solo diseñadores. Cristóbal fue de los pocos capaces de confeccionar una prenda de principio a fin. Su talento para el corte, la costura y el acabado, junto con su arduo conocimiento de la caída de las telas, le permitían crear formas estructurales con los materiales rígidos que tanto le gustaba utilizar. “Un modisto debe ser arquitecto por el diseño, escultor por las formas, pintor por el color, músico por la armonía y filósofo por la templanza”, dijo él mismo alguna vez. 

<em>Las siluetas holgadas y cinturas sin entallar caracterizaron el estilo de Balenciaga, cambiando el curso de la moda. Foto: AFP</em>

Las siluetas holgadas y cinturas sin entallar caracterizaron el estilo de Balenciaga, cambiando el curso de la moda. Foto: AFP

“La alta costura es como una orquesta, cuyo director es Balenciaga­”, dijo Christian Dior. “Los demás modistos somos los músicos que seguimos las indicaciones que él nos da”. Uno de los hitos que más marcaron la historia de Cristóbal fue el ir a contramano de la tendencia fashionista de la silueta de cintura de avispa, impulsada por Dior en su colección de 1947, llamada the new look (el nuevo look) por la periodista inglesa Carmel Snow. A Balenciaga lo caracterizaban las figuras holgadas y, a menudo, sin entallar. El vestido saco, el abrigo globo, el vestido tulipán, el babydoll, el vestido de cola de pavo real y varios más son de los diseños que caracterizan la grandeza de Cristóbal Balenciaga y que cambiaron las reglas de juego de la alta costura. 

Personajes
2024-02-21T11:50:00

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