Encuentro

Pablo Atchugarry fue el primer invitado al ciclo After culturales de Búsqueda

Publicado el 20.03.2024  - 3 minutos

El artista y escultor Pablo Atchugarry fue el primer invitado al nuevo ciclo de After culturales organizado por Búsqueda. La editora de cultura, Silvana Tanzi, presentó al artista dando pie a que comenzara la entrevista, en la que también participó el director periodístico de Búsqueda, Andrés Danza.

Respondiendo a una de las primeras preguntas, Atchugarry se refirió a cómo influyó su familia en su carrera. Según contó, tanto su padre como su madre tenían inclinaciones artísticas, en especial por la pintura y la poesía, pero fue cuando viajó a Europa, en 1977, que se transformó en escultor. En ese entonces, en Italia, descubrió el mármol de Carrara y a partir de ese momento se dedicó a esculpirlo.

Sobre la técnica que utiliza, aseguró que trabaja dentro del límite que impone el material. Al principio de su carrera elegía la pieza de mármol para que encajara en el dibujo que había creado, pero con el tiempo cambió, y ahora primero escoge la pieza para después esculpirla.

Su trabajo consiste en trabajar 12 horas al día con una amoladora, herramienta que le permite cortar un material duro pero frágil a la vez. “El artista no puede hacer todo lo que quiere. Lo que se sacó no se puede volver a colocar. Hay que tomar riesgos, si no la escultura no adelanta”, dijo, y explicó que los cambios en los planes de trabajo suceden de acuerdo a la pieza de mármol.

Contó además que su taller en Manantiales es un lugar de puertas abiertas, lo que va a contrapelo de la idea del artista “encerrado en su cueva”.

Sobre el mercado del arte afirmó que lo vive “desde dentro”, y bromeó diciendo que trabaja hasta los domingos para pagar la tarifa de la luz. “Siempre el arte tiene un tema económico, no es casualidad que las grandes ciudades fueran la cuna de grandes artistas”, porque allí conseguían los medios para llevar adelante sus obras: “El mercado del arte es una faceta del artista”, sostuvo.

Consultado sobre su obra más cara, dijo que llegaron a pagar un millón de euros por una de ellas.

El escultor también admitió que, a pesar de que sabe en qué país o continente están sus creaciones, a veces les pierde el rastro porque se van vendiendo entre coleccionistas y privados: “Van pasando de mano en mano”.

También habló sobre el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry (MACA), que surgió por la necesidad de algunos artistas de dejar sus obras en un sitio que permitiera que pasaran a la posteridad. A pesar de que está en Punta del Este y que es patrimonio de los uruguayos, aseguró que es “un contenedor para la humanidad”.

Con relación a otro tipo de materiales sobre los que trabajar expresó que ha creado colgantes de oro, que implican una forma distinta de esculpir, y que también ha incursionado en  metales, a los que ha dado color con pintura de auto para poder salir del blanco, negro, gris y rosa del mármol. Ese lado de su trabajo lo atribuye a la influencia de su faceta como pintor.

En cuanto a su estilo, dijo que ha ido sintetizado la figura humana, quitándole los rasgos más detallistas; además, trabaja con los claros y oscuros que van generando las grietas u orificios que va esculpiendo.

Al final de la charla, Danza anunció que la próxima invitada al ciclo After culturales será Emma Sanguinetti, crítica de arte, gestora cultural y abogada uruguaya, que estaba presente en el auditorio.

Mirador
2024-03-20T10:05:00