Gastronomía

Ranking de pascualinas

Publicado el 20.09.2019 15:22  - 8 minutos
Por Marcela Baruch Mangino

La pascualina es una de esas preparaciones del recetario uruguayo que no tiene una sola forma ni procedimiento para su elaboración, sino que abarca una amplia variedad de tortas de verduras. Puede tener relleno de espinaca, de acelga, una combinación de ambas, u otras hojas. Por lo general, lleva huevo duro en el interior, pero no es excluyente. Con la consigna de encontrar la mejor pascualina de Montevideo, el equipo de galería y Búsqueda realizó un cata arbitraria con cinco catadores. Según el resultado, las más ricas están en Las Gaviotas, Su Bar y en la Confitería 25 de Mayo, en ese orden.
En su tesis de posgrado en Antropología de la Alimentación Identidad uruguaya en cocina. Narrativas sobre el origen, en la Universidad de Barcelona, Gustavo Laborde escribió: "La pascualina figura como otro de los platos más característicos del repertorio uruguayo, y el único que dentro del panorama eminentemente carnívoro se abrió un espacio de privilegio". Además, recordó que el periodista y crítico gastronómico Hugo García Robles publicó en su libro El mantel celeste que esta preparación proviene de Génova y que su nombre refiere a que se elaboraba durante la Semana Santa, como alternativa a la carne. "Los recetarios genoveses del siglo XIX son unánimes en la identificación del plato como propio", escribió García Robles. En su investigación, Laborde agregó: "Su presencia en la bibliografía uruguaya data también del siglo XIX, ya que aparece en el recetario de Figueredo (Francisco, autor del primer recetario de cocina uruguaya), y en el primero del XX: La cocinera oriental". Allí menciona, además, la receta original: "Se prepara con dos hojas de masa de hojaldre, una forra la parte inferior de una asadera, y se rellena con espinacas o acelgas previamente hervidas y prensadas, y una mezcla de cebollas sofritas, pan mojado, queso rallado y/o ricota, nuez moscada, pimienta, etc. En el relleno se hacen unos seis "niditos" (huecos) donde se colocan huevos crudos sin romper; con la otra hoja de masa se cubre y cierra la tarta antes de ir al horno". Con el tiempo, agrega Laborde, aparecen recetas que incorporan tuétanos, sesos, jamón y hasta panceta. En tiempos modernos, incluso, se llegan a utilizar hojas de remolacha e incluso de brócoli.

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