Gastronomía | Reseña
Magnum redobla la apuesta a la cocina japo-peruana
A casi cuatro años de su apertura en Punta Carretas, Magnum inauguró una casa en Carrasco con sushi, ensaladas, hamburguesas y parrilla
Era una noche de jueves lluviosa. La mesa de dos de Galería llegó a la nueva Casa Magnum, en la esquina de Arocena y Murillo, a las 21.30 sin reserva, imaginando que ante tal noche de perros habría lugar de sobra. Pues no. Para esa hora tanto el salón de la planta baja como el del primer piso estaban casi completos, con mesas grandes, de seis y más personas. Primero les ofrecieron la barra. Si bien su iluminación le da un protagonismo impactante, y a pesar de que es una experiencia divertida comer allí de a dos, los comensales decidieron escapar del volumen alto de la música ubicándose en la zona de la cava. Este último es el tercero de cuatro espacios diferentes que tiene el local. La cava es un área más tranquila dentro de este inmenso restaurante con capacidad para atender a 300 personas al mismo tiempo. Como es habitual en la empresa, la arquitectura estuvo a cargo del estudio Colacce Bañales, que cuida los detalles de diseño hasta en los baños, donde hay ilustraciones acorde a la temática.
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