Gastronomía | Reseña
Ibarra, un restaurante para paladares inquietos
La cocinera y pastelera Florencia Ibarra y el consultor y comunicador gastronómico Gabriel Bialystocki, en el restaurante Ibarra, desafían a sus comensales con un brunch que mezcla preparaciones de distintas partes del mundo
El brunch llegó a la cocina de Florencia Ibarra y Gabriel Bialystocki cuando llevaban adelante el restaurante Sucré Salé de la Alianza Francesa. "Nació a partir de los sándwiches que hacíamos para la feria que se organizaba allí, pero también agregamos huevos y hamburguesas. Estos sándwiches eran muy locos, rellenos de pato confitado, con queso brie y chutney. Llevaba muchas horas elaborarlos", recordó Ibarra. "Salvo por esas preparaciones, al principio nuestro brunch era muy yankee. Tenía todas las cosas que nos gustaba comer a nosotros y no encontrábamos en Montevideo", confesó Bialystocki. Hace un año se mudaron para abrir Ibarra, un restaurante a la calle montado en una antigua casa del Parque Rodó, con un simpático patio interior y un salón. A partir de ese momento, su propuesta gastronómica fue mutando, y encuentra hoy ese momento de libertad que se logra cuando las cocinan maduran, a pesar de que Florencia tiene poco más de 30 años.
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