Hechizo felino
Los artistas y sus gatos: amor, fascinación e inspiración
Enigmáticos, elegantes y exóticos. También astutos, ágiles y curiosos. Sabios, torpes y escurridizos. Independientes, solitarios e individualistas. Y también: salvajes, tiernos y adorables, generosos y juguetones, gregarios y amistosos. Los gatos despiertan fascinación y admiración en el mundo de la creación, en especial entre los escritores

Para Charles Bukowski, los animales eran fuente de inspiración. “No saben mentir”, dijo. “La tele me pone enfermo en cinco minutos, pero miro a un animal durante horas y solo veo gracia y gloria, la vida tal y como debería de ser”. Los gatos le resultaban criaturas fascinantes, llegó a tener nueve en su apartamento, en su mayoría, callejeros y sin castrar. Bukowski plasmó esa fascinación en poemas y relatos breves. “En mi siguiente vida, quiero ser un gato”, escribió. “Para dormir 20 horas diarias y esperar a que me den de comer. Para no hacer nada y lamerme el culo”. Los gatos fueron generosos proveedores de metáforas: “No me gusta que el amor sea una orden, una búsqueda. Tiene que venir a tu encuentro como un gato hambriento a la puerta de tu casa”.
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