El problema de nunca acabar
Anorgasmia masculina: cuando el control mata al placer
Se trata de uno de los trastornos sexuales menos conocidos de todos y también de los más complicados de tratar.

Durante los nueve meses que Alejandra y Octavio estuvieron juntos siempre pasó lo mismo: de su parte, nada. Él nunca pudo eyacular al hacer el amor. No era un tema de salud: tenía 25 años, era sano, tenía erecciones y se excitaba como manda el Manual del Macho con la previa y el durante; durante que para él resultaba eterno. Ella, que tenía su misma edad, sí llegaba a ese buen puerto llamado clímax. Pero si él tenía lo que se llama orgasmo seco, raro pero posible, ella nunca se enteró. Él nunca supo fingir, cosa que para los hombres es mucho más difícil que para las mujeres.
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