Empresa | Scuola Italiana di Montevideo
El niño como protagonista
La directora de la Casa dei Bambini de la Scuola Italiana, Rossana Etcheverry, contó el trabajo que el equipo docente lleva adelante con niños de preescolar
El método Montessori pone al niño como centro y protagonista de su aprendizaje para contribuir al desarrollo de su autonomía, la socialización y sus capacidades. La Scuola Italiana di Montevideo se fundó en 1886 y desde hace casi un siglo trabaja con esta pedagogía, con el convencimiento de que es la mejor manera de aprender en libertad.
La maestra Rossana Etcheverry, directora de la Casa dei Bambini de esta institución, explicó cómo aplican este sistema y el trabajo que se hace en el sector del colegio que recibe a niños de entre dos y cinco años.
Aplican la metodología Montessori. ¿En qué consiste?
La pedagogía y metodología Montessori tiene como fin reconocer y otorgar el espacio a la experiencia de pensamiento desde la infancia y darle su valor adecuado. Aspira a la construcción de la autonomía del niño para posibilitar el aprendizaje en la máxima libertad posible y al ritmo de sus propios descubrimientos en un ambiente preparado. En ese sentido, dentro de la sala todo se encuentra al alcance del niño y cada material tiene en sí mismo una intención cognitiva.
Nuestra Casa dei Bambini en la Scuola Italiana ha sido pionera en Uruguay y aplica la filosofía Montessori desde hace 91 años. Allí los niños desarrollan sus habilidades y capacidades en salas especialmente preparadas y adaptadas para fomentar el aprendizaje respetuoso al ritmo de cada uno.
¿Qué características tiene la Casa dei Bambini?
Abre sus puertas a niños de dos a cinco años para trabajar en un ambiente de aprendizaje estimulante, respetuoso y estético que invita a explorar y descubrir en su multiplicidad de propuestas. Las salas Montessori son luminosas, amplias y cuentan con materiales variados, creados y comprobados científicamente; priman allí los materiales nobles como madera, metal, vidrio, losa y plantas. Cada uno de ellos permite en su manipulación el desarrollo de la cognición, la focalización de la atención y la capacidad de controlar los estímulos del entorno. Estos procesos y habilidades son los que se utilizan en campos cognitivos más complejos como la lectura, la escritura y la adquisición de conceptos numéricos, e incluso en la vida misma.
El docente tiene un rol de observador y guía dentro de la sala, en la que cada niño construye su campo de aprendizaje, respetando sus tiempos y niveles de desarrollo. Será la misión del docente acompañarlo en ese proceso de búsqueda cognitiva dentro de este ambiente preparado para ello.
¿Qué valores promueven?
El respeto a los tiempos de desarrollo y ritmos individuales, proporcionando experiencias de aprendizaje adecuadas para internalizar el respeto a uno mismo y al entorno. Por ejemplo, en nuestras salas familísticas se incluyen niños de tres y cuatro años trabajando juntos, lo que permite la interacción y el respeto por los tiempos del otro. Los niños pequeños siempre aprenden de los más grandes, pero el niño más grande debe poner en palabras sus conceptos de aprendizaje para ayudar al más pequeño. Esto le permite trabajar los procesos de manera natural, desarrollar la empatía, la inclusión y la solidaridad.
¿Qué importancia le dan a la enseñanza del inglés y del italiano?
El inglés ocupa un lugar muy importante en nuestra currícula, por lo que desde los dos años los niños trabajan con italiano e inglés. En estas edades tempranas se trabajan competencias comunicacionales y se prioriza el desarrollo de la lengua madre. Sin embargo, también se trabaja en actividades para aproximarse a la comprensión auditiva en otros códigos lingüísticos con módulos de idioma que van desde media hora a dos horas y media por día, dependiendo del nivel en el que se encuentre el niño.
¿Qué espacio ocupan las familias dentro de la institución?
Es importante reconocer que la educación es un proceso de construcción personal y social, en el que necesitamos trabajar juntos. Es muy representativa la teoría del triángulo en la educación: niño-familia-escuela. La escuela se nutre de la mirada y el aporte de las familias y viceversa. Es en esta interacción que se realiza el intercambio y la colaboración de diferentes miradas en las que debemos favorecer al niño.
¿Cuáles son los principales desafíos que afrontan como educadores?
El mayor desafío del educador actualmente es acompañar una infancia que vive en un mundo muy dinámico. Los niños responden adecuadamente a todos los estímulos, el tema es revisar y analizar estas exposiciones y considerar las que no son adecuadas. No es fácil ser un niño en el siglo XXI con adultos ocupados. Creemos que el desafío de educadores y familia es trabajar para la construcción y fortalecimiento de los procesos de autorregulación emocional que permitan a nuestros niños interactuar en este mundo dinámico, desafiante y cambiante, pero a la vez maravilloso en posibilidades creativas con un alcance ilimitado.
karen@magnolio.uy
099 639 219
Pablo de María 1015
%%NNotComFechaHora%%