EMPRESA
Cocles: un aliado confiable y seguro para las empresas
A 40 años de su fundación, sigue apostando a la responsabilidad empresarial social, técnica y ambiental, sus cuatro pilares fundamentales de crecimiento
Rossana Colina y Carlos González rodeados del equipo de Cocles S.A. Foto: Adrián Echevarriaga
La primera oficina de lo que hoy es Cocles fue el altillo de la casa de Sergio Colina Ferrari (1936-2023), uno de los principales vendedores de la empresa de valvulería Lustrino Hnos., que en la década del 70 decidió independizarse y comenzar a vender grifería por su cuenta a barracas y empresas constructoras de todo el país. Con sacrificio y el apoyo de su esposa, Myrtha, comenzó a crecer y a ganar prestigio, incluyendo a sus hijos en el proyecto de una empresa familiar. Así fue que, en 1984, se fundó Cocles S. A., una empresa de comercialización de válvulas y tuberías para uso industrial que con el tiempo sumaría la venta de sistemas integrales de aire comprimido, hoy su producto estrella. Ya desde entonces la empresa se convirtió en representante exclusiva de reconocidas marcas como Camozzi y ARO. En 1992 Cocles adquirió la representación exclusiva de Ingersoll Rand, una marca de compresores de aire y vacío, secadoras y herramientas. Esta decisión fue el punto de inflexión para dejar de importar tuberías y enfocarse en el mercado de generación, tratamiento, distribución y aplicación de aire comprimido y vacío. Esto implicó, también, profundizar sus conocimientos en la industria y su problemática para entender mejor la aplicabilidad de dichos productos.
Rossana Colina (hija de Sergio) y Carlos González, su esposo, decidieron aplazar sus estudios de arquitectura y dedicarse de lleno a mantener y fortalecer la empresa. Para esa época Sergio hijo ya había tomado la decisión de abandonar la empresa familiar.
Hoy Cocles está liderada por esa segunda generación, quienes vienen preparándose para hacer el segundo traspaso de mando. De hecho, dos de sus hijos, Federico y Rodrigo, ya trabajan en la empresa y forman parte del directorio.
Cocles busca distinguirse por su respaldo y servicio técnico al cliente, siendo los propios directores técnicos certificados por las marcas representadas. “Conscientes de que hay muchas marcas y productos de buena calidad en el mercado, nuestra política interna para hacer la diferencia es el soporte técnico y comercial que les demos a nuestros equipos. Entendiendo los problemas que nos presentan nuestros clientes, trabajamos junto con ellos, para brindar soluciones confiables y eficientes que les permitan obtener el mejor rendimiento de sus procesos”, comentó Federico. “Lo importante es que el cliente confíe en que vamos a brindarle la solución más efectiva, minimizando el impacto de los costos de parada de producción”.
Sergio Colina, fundador de Cocles S.A., en los primeros años de la empresa, cuando el rubro principal eran tuberías y válvulas.
Rossana, por su parte, explicó que la empresa prioriza la capacidad de su personal y la igualdad de oportunidades: “La opinión de todos nuestros empleados es importante, ya que cada uno de ellos es parte de un sistema que depende del correcto funcionamiento de todas las partes y, al escuchar y evaluar sus opiniones, podemos encontrar respuestas y alternativas que ayuden a nuestra mejora continua”, aseguró.
Parte importante para esta mejora ha sido la profesionalización de la empresa, con un fortalecimiento del área comercial, que incorpora un gerente que lidera el área. También se ha incorporado al equipo, hace ocho años, una psicóloga con formación sistémica y organizacional, con quien se están realizando instancias de trabajo en equipo, planificación estratégica y revisión de metas y procesos, entre otras actividades. “Esto genera un sentimiento de pertenencia y fidelidad del personal, que se hace evidente cuando vemos que muchos de ellos ya han cumplido más de 25 años con nosotros. Los hemos visto crecer y formar sus familias, disfrutamos sus logros y también lamentamos sus pérdidas”, comentó Carlos.
¿Cuáles son los valores de la empresa?
Carlos González: Lo principal es la honestidad y la solidez técnica. No se trata de vender productos sino soluciones. Ocurre que un cliente viene buscando un producto determinado pero, cuando explica el problema, la solución puede ser bastante más sencilla y económica. Este tipo de interacción con los clientes nos ha ayudado a a crear confianza y fidelidad.
Federico González: Trabajamos junto a nuestros clientes en la etapa de definición y los acompañamos en los procesos de instalación, puesta en marcha y posventa, garantizando los estándares requeridos por el cliente. Este diferencial ha contribuido a crecer y mantenernos vigentes en el mercado nacional, cumpliendo un rol clave como solucionadores en tiempos de crisis.
Rossana Colina: Esta confianza se construye siendo una empresa de puertas abiertas. Nuestros clientes pueden hablar directamente con Carlos, Federico, Rodrigo o conmigo. Siempre estamos a disposición para ellos. Eso es algo que heredamos de mi padre, que era una persona que tenía mucho empuje y le gustaba estar presente para los clientes.
Foto: Adrián Echevarriaga
Están cumpliendo 40 años y van por la tercera generación en la empresa. ¿Cuál es la fórmula para manejar una empresa familiar?
C. G.: Una vez, en un curso sobre empresas familiares, nos dijeron que, en este tipo de empresas, el traspaso de una generación a otra es como un baile de vals, donde el más experimentado le va enseñando los pasos al menor. Una vez que aprende, lo deja bailar solo. Luego él le enseñará esos pasos, más otros nuevos, a la siguiente generación. Cuando Federico manifestó su interés de trabajar en la empresa, consideramos importante que no podía trabajar de “hijo del dueño”, sino que debía prepararse y poder adquirir conocimientos, experiencia y, sobre todo, el respeto del personal de la empresa y también de nuestros clientes. Posteriormente se recibió de tecnólogo mecánico y, actualmente, lidera el área técnica. Por su parte, Rodrigo está recorriendo el mismo camino, enfocado más en el área administrativa
R. C.: Muchas veces nos preguntan cómo hacemos para llevar adelante una empresa familiar y, luego de 40 años, seguir con el mismo entusiasmo y optimismo. No es fácil pero tampoco es imposible, lo importante es tratar de no trasladar las frustraciones al ámbito del hogar, hacer lo necesario para que el trabajo “termine” al salir de la oficina y la casa sea el lugar donde recupero energías para afrontar el día siguiente. Obviamente hay momentos duros o logros importantes que no es fácil de cortar al llegar a casa, pero hay que intentarlo una y otra vez. Eso y el compromiso de nuestros colaboradores que han entendido nuestras ideas ayudan a fortalecer cada vez más las relaciones con nuestro clientes.
¿Cómo se ven en cinco años?
C. G.: Con la empresa liderada por nuestros hijos, con proyectos de crecimiento motivados por la búsqueda permanente de nuevas tecnologías y productos de mayor eficiencia y sustentabilidad que ayuden a reducir el impacto ambiental y los costos de producción.
F. G.: En cinco años veo nuestra empresa más organizada y profesional, sin dejar de ser familiar, continuando el fortalecimiento del legado de nuestros abuelos.
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