Restauración
Una casona en Reducto convertida en centro cultural
Construida en 1905 y restaurada por sus nuevos dueños, Villa Valentina lucha por mantenerse vigente en una dicotomía entre pasado y presente
Suspender el tiempo, instalación colgante de cartas de la familia García escritas en el siglo pasado, obra de Camila Barraco. Foto: Mauricio Rodríguez.
@mcabreran
Cuando Camila Barraco conoció Villa Valentina, no lo pensó más. Ese era el lugar que había buscado durante dos años para montar un centro cultural. Su madre, que fue a ver la casa con ella, dice que le brillaron los ojos. Ella se enamoró. Y eso que estaba casi destruida, con mucha humedad y montañas de escombros. Era una casa de 1905, que hacía 10 años estaba deshabitada. Tampoco cumplía con el requisito de estar ubicada en Palermo, el barrio por donde estaba buscando por su importante acento cultural. Villa Valentina se encuentra en el barrio Reducto. Pero en ese momento, nada de eso importó. En seis meses, con su pareja, César García, lograron vender su apartamento, comprar la casa y mudarse para allí, sin hacer previamente ninguna reforma, ni restauración. Ese trabajo estaba reservado para ellos. Ella es diseñadora de Comunicación Visual y él arquitecto y carpintero.
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