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Un poco de oído y mucho corazón: una playlist para San Valentín

Publicado el 13.02.2021 06:28  - 14 minutos
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A propósito de este domingo 14, el equipo de Galería creó su propio listado de canciones de amor favoritas, con temas de todos los estilos y las épocas. Se puede escuchar al final de la nota.

Desde que el Día de San Valentín, que se conmemora el próximo domingo 14, comenzó a celebrarse en Uruguay, se hizo un lugar en la agenda, ganándole terreno al más antiguo y criollo Día de los Enamorados, en el primaveral octubre. Olvidándose del tonto argumento de que es un festejo foráneo (como podría ser la Navidad), Galería también se empapó del espíritu romántico. Y lo hizo desde el punto de vista musical, de manera similar a varias publicaciones del mundo, que hacen un listado de las mejores y más tocantes canciones de amor, por lo general repitiéndose y pasando por los mismos tópicos: Up Where We Belong, con un Joe Cocker en plan baladista y no borrachín; Whitney Houston y su ya insufrible I Will Always Love You, los Bee Gees y su How Deep Is Your Love, entre varios lugares comunes.

Pero similar no es lo mismo, y el equipo decidió jugarse un poco más la ropa. En Galería hay mujeres y hombres de distintas edades, distintos gustos y distintas vivencias; hay gente soltera, casada, separada, divorciada, harta, enamoradiza, en tránsito de conocer a alguien o mejor-no-preguntar. Así, cada uno aportó un elemento a la playlist, según lo que entienda por "la" canción de amor. Algunas son más vivenciales, otras evocan algún momento y un lugar, otras simplemente son un deleite quizá culposo. También tenemos nuestro corazoncito.

Polvo de estrellas, Serafín Zubiri (Detrás del viento, 1991)
Por Marcela Baruch

Puede que quienes sigan la movida tropical uruguaya piensen que esta canción ultraconocida pertenece a  Karibe con K, cuyo repertorio integra desde 1994. Pero fue el artista español no vidente Serafín Zubiri quien la presentó para un concurso de Eurovisión en 1991, evento cuyo ganador fue el también español Sergio Dalma con su romantiquísima Bailar pegados. Volviendo a nuestra canción, vamos, pocos discutirán que el amor y la sintonía sexual van necesariamente de la mano, por lo menos al inicio, siendo casi una condición definitoria de la posible continuidad de un vínculo. Todos queremos al conocer a alguien sentirnos con el mundo dado vuelta por una "conexión  sexual sorprendente", como canta esta canción. "Lo cierto es que yo me colgué / desde ti para siempre", dice sobre una unión eterna que, a veces, puede durar hasta que se termine esa noche. A pesar de su significado, Polvo de estrellas tiene para mí el ritmo perfecto en la cocina: una canción que divierte y pone cadencia en una secuencia también amorosa, el acto de convertir alimentos en banquetes; y si son románticos y hechos de a dos, mejor.


Total Eclipse Of The Heart, Bonnie Tyler (Faster Than The Speed Of Night, 1983)
Por Daniela Bluth

Hubo un tiempo en que los bailes en la barbacoa de aquel compañero de escuela eran el mejor plan. Había una mesa larga con papitas y coca, luces de colores, grandes parlantes y algún hermano mayor que hacía de DJ, cuando no se usaba esa palabra. Primero sonaban Madonna, Michael Jackson, The Bangles o UB40, pero todos esperábamos la hora final con "las lentas". Y en ese capítulo, mi preferida era Total Eclipse..., el tema escrito por Jim Steinman y cantado por la galesa Bonnie Tyler en el que fue su quinto disco. "Érase una vez en la que había luz en mi vida, / pero ahora solo hay amor en la oscuridad, / nada que pueda decir, un eclipse total del corazón."  En total, el disco vendió unas ocho millones de copias; el tema se convirtió en uno de los más exitosos de todos los tiempos y el punto más alto en la carrera de Tyler. Alcanzó el puesto #1 en los  rankings de Estados Unidos y Reino Unido. Tuvo versiones en series, musicales y películas. También se utilizó como anzuelo para noches románticas y cruceros para ver eclipses de Sol o de Luna, algunos incluso con Tyler como invitada especial. Hoy, cuando los recuerdos de esos bailes escolares conviven entre mi memoria y un grupo de WhatsApp, Total Eclipse... todavía me sigue fascinando, al punto de cantarla, con la mano simulando un micrófono, delante de un espejo o de mis hijos adolescentes.

Loco (tu forma de ser), Los Auténticos Decadentes (El milagro argentino, 1989)
Por María José Carricaburu

Apta para todo público, ridículamente pegadiza y cantable. Así es Loco (Tu forma de ser), la canción del álbum debut de Los Auténticos Decadentes que, sin exagerar, los catapultó a la fama. La letra creada por Jorge Serrano es poesía moderna y una descripción gráfica de la sensación que nos recorre el cuerpo a quienes caemos rendidos ante la espontaneidad. El autor ha contado públicamente que en la letra describe a una mujer imaginaria, que en ese momento de su vida, estando solo, le hubiese encantado conocer. Desde el inicio, la canción convierte lo imperfecto en todo lo que está bien: "Te vi llegar del brazo de un amigo / cuando entraste al bar y te caíste al piso. / Me tiraste el pingüino, me tiraste el sifón, / estallaron los vidrios de mi corazón". Torpe, pero totalmente auténtica, así es la protagonista de la canción, que va rompiendo corazones pero no precisamente con su cara bonita. El estribillo no hace más que reforzar al resto de las estrofas: "Y a mí me volvió loco tu forma de ser, / a mí me vuelve loco tu forma de ser. / Tu egoísmo y tu soledad / son estrellas en la noche de la mediocridad". El poder de Serrano de transformar lo negativo en positivo ¡a nosotros también nos vuelve locos! Porque, después de todo, así somos: amamos la imperfección.

11 y 6, Fito Páez (Giros, 1985)
Por Clementina Delacroix

"Miren todos, / ellos solos, / pueden más que el amor y son más fuertes que el Olimpo",  dice una de las canciones de amor más tiernas y dolorosas de la historia del rock argentino. Este poema, que Fito Páez compuso en una noche y fue publicado en su segundo disco, cuenta la historia de dos niños que, agotados por su dura vida en la calle, encuentran compañía el uno en el otro. Ambos venden flores en el centro de Buenos Aires para poder subsistir y el simple hecho de estar juntos les alcanza para ser felices. El amor infantil no es un tema habitual en una canción romántica; en su lugar, estamos más acostumbrados a oír de atracción, pasión o desamor. Sin embargo, la pureza de los sentimientos de estos niños, que entendieron la verdadera esencia del amor, emociona e invita a reflexionar sobre todas las condiciones que a medida que crecemos le añadimos al amor, cuando lo único que tenemos que hacer es encontrar a alguien a quien queremos darle la luna cuando ríe y sellar "todo, todo, todo, todo con un beso".

Little Wing, Jimi Hendrix (Axis: Bold As Love, 1967)
Por Giovanna D'Uva

Un solo de guitarra del mismísimo dios de la Stratocaster, acompañado del suave sonido del xilófono, dan inicio a esta canción también cantada por el violero. Ya desde los primeros acordes, la melodía va creando un ambiente especial donde el blues-rock invita a lo íntimo y a lo sensual. Versionada por numerosos artistas, Little Wing habla de una figura angelical, una salvadora que está presente en los momentos de melancolía para liberarlo de un estado de angustia o postración. "Cuando estoy triste ella viene a mí, / con mil sonrisas me da la libertad". Queda a interpretación de quien la escucha personificar esa figura en una mujer o no. No es una canción explícita de amor y mucho menos una melodía pegadiza; pero es un tema para disfrutar en compañía, sonando de fondo en un ambiente calmo, mientras transcurre una buena conversación. 

One, Marie J. Blige & U2 (The Breakthrough, 2005)
Por Lucía Durán

Esta canción, fuerte y poderosa, trata sobre el amor, la pasión y los conflictos que existen en los vínculos humanos. La melodía es intensa y las voces sublimes. Esta es una versión del clásico de U2 de 1991; aquí la presencia de Mary J. Blige junto a Bono hacen de este tema un himno al amor. "Decís que el amor es un templo, / el amor una ley suprema". Y el amor, por sobre todo, es ese lugar sagrado, un sentimiento humano tan primario y vital que llega a ser un motor para llevar adelante la vida. La mezcla de las voces masculina y femenina hacen especial esta versión, un conjunto completo, que se vuelve más visible en versos como "Somos uno pero no somos lo mismo". Así es el amor: se vive en conjunto pero sin perder la individualidad.

Dreams, The Cranberries (Everybody Else Is Doing It, So Why Can't We?, 1992)
Por Juan Andrés Ferreira

Esta canción arranca a toda velocidad. La percusión y la guitarra se proyectan con una energía cristalina y un empuje exuberante. Luego, la intensidad desciende y se confunde con una voz susurrante, la de Dolores O'Riordan. Fuerza y vigor regresan y O'Riordan articula exquisitamente emociones y sensaciones que evocan la experiencia de su primer amor. Dreams es eso: una canción acerca de cómo el amor cambia la sangre. "Sé que me he sentido así antes, / pero ahora lo siento aún más / porque vino de ti". De cómo -al decir de Charly García- el amor coloca a las personas centímetros por encima del piso. Y también de cómo una persona puede sentirse feliz a niveles insospechados, además de delirantemente fuerte y sumamente frágil. Todo al mismo tiempo y a toda velocidad. "Oh, mi vida está cambiando todos los días, / de todas las formas posibles. / Y, oh, mis sueños, nada es como parece / porque eres un sueño para mí, soñá conmigo".

The Sweetest Taboo, Sade (Promise, 1985)
Por María Inés Fiordelmondo

El amor y el enamoramiento son dos estados bien diferentes que no siempre van de la mano. En el segundo, en general, los síntomas son más potentes y universales. De todos o buena parte de ellos habla The Sweetest Taboo, uno de los temas más escuchados de Sade. La idealización ("A veces creo que sos demasiado bueno para mí"), el temor al rechazo ("Si te digo cómo me siento, ¿seguirás queriéndome?"), la alegría y bienestar casi eufórico ("Hay una tormenta silenciosa, y nunca antes me había hecho sentir de esta manera") entre otras sensaciones intensas contrastan en esta canción con la voz aterciopelada de la británico-nigeriana y con la armoniosa melodía con aires de optimismo. Tal vez por eso se haya convertido en un deleite para tantos oídos.

Y sin embargo, Joaquín Sabina (Yo, mi, me, contigo, 1996)
Por Leonel García

Hay quien ha criticado al poeta español por repetirse en el mismo tema, pero bendita sea esa repetición si puede parir canciones como esta. Y sin embargo es una canción de amor adulto, de un hombre de más de cuarenta años con triunfos y derrotas sobre el lomo, tanto como esperanzas y desilusiones y de nuevo esperanzas en su mochila. La melosidad queda totalmente de lado con la fuerza y sinceridad de su arranque: "De sobra sabes que eres la primera / que no miento si juro que daría / por ti la vida entera, / por ti la vida entera. / Y sin embargo, un rato cada día, / ya ves / te engañaría con cualquiera, / te cambiaría por cualquiera", que parece más un pensamiento en voz alta que una advertencia literal. Es una canción -musicalizada de forma que no falta ni sobra un tono- donde el desamor y las desapariciones están latentes, así como los reencuentros, escritos con una honestidad brutal y humana a cuyas alturas jamás bolero alguno o power ballad osó siquiera llegar. La estrofa final, que no hace sino reafirmar la vigencia del amor, ya merecería una placa en bronce. "Y cuando vuelves, hay fiesta en la cocina, / y baile sin orquesta y ramos de rosas con espinas. / Pero dos no es igual que uno más uno. / Y el lunes, al café del desayuno / vuelve la Guerra Fría / Y al cielo de tu boca, el purgatorio, / y al dormitorio, el pan de cada día". Es un tema para los que pasaron por los infiernos, los paraísos y los limbos del amor.

I'll Stand By You, The Pretenders (Last Of The Independents, 1994)
Por Patricia Mántaras

Tras 16 años de trayectoria, la banda liderada por la voz de Chrissie Hynde estrenaba la canción I'll Stand By You (Yo estaré a tu lado). "No tengas miedo de llorar. / Déjame conocerte a fondo. / Porque yo también he visto el lado oscuro", decía la letra. Si el lujo es vulgaridad, el amor es vulnerabilidad. Solo la irracionalidad del amor podría explicar la voluntad de ponernos a merced de que otro nos haga añicos. Y entonces, el amor tiene que ser también protección, para que aquello no se convierta (como a veces pasa) en una masacre. "Y cuando caiga la noche, / si te sientes solo, / no lo estarás. / Yo estaré contigo. / No dejaré que nadie te lastime". Es simple, lineal y también una representación de la quintaesencia del amor: regalar la certeza de la presencia estoica. Estar, no importa cómo. La incondicionalidad. I'll Stand By You no es la canción que uno quiere bailar con alguien, ni que le canten a voz en cuello. Es la canción que uno quiere que le hagan sentir. Sin palabras.


I Want To Hold Your Hand, The Beatles (single, 1963)
Por Valentina Villano

Suenan las primeras notas y difícilmente esta canción pueda considerarse de amor. Pero I Want To Hold Your Hand, el primer gran éxito de The Beatles en Estados Unidos, lo entendió todo y demostró que no es necesario hacer una balada romántica, con exceso de tempos lentos y frases empalagosas para hablar sobre el cariño y la pasión que puedan existir en una relación de pareja. Lo meloso queda totalmente de lado y aparece un verso único que oficia de conector en toda la canción. La frase "quiero tomar tu mano" se repite unas 10 veces, y se apodera de la corta, sencilla, pero tan pegadiza letra compuesta por los gloriosos John Lennon y Paul McCartney dando el puntapié inicial a la beatlemanía. Nuevas palabras demuestran y reafirman el amor y la enorme atracción que aquel hombre siente cada vez que está al lado de esa persona. Eso se nota en versos como: "Y cuando te toco, me siento feliz por dentro. / Es un sentimiento tal, que a mi amor / no puedo ocultarlo, no puedo ocultarlo, no puedo ocultarlo". No hace falta ninguna explicación.


Fuera de mí, La Ley (Uno, 2000)
Por Rosana Zinola

En un viaje a Buenos Aires me sorprendió el aspecto de tres hombres con atuendos new wave y cortes de pelo sofisticados, nada común para los pasajeros de primera hora en un puente aéreo. Mientras hacíamos los trámites en Migraciones recordé a la banda que hacía furor durante mi última visita a Chile: La Ley. Al despegar, mi curiosidad periodística les ganó a las reglas y pasé a primera clase. Allí, el cantante Beto Cuevas me contó sobre la gira promocional del disco Uno, charlamos sobre la inspiración y la creación. "Mis letras contienen parte de mi corazón y mi alma", me confesó, al tiempo que hablaba sobre la belleza de las historias, la esencia y la transformación. A partir de ese momento, hace 20 años, ese álbum, y en especial la canción Fuera de mí, siempre suenan cuando necesito que el tiempo escurra, la realidad se convierta en sueños y el corazón descubra amaneceres juntos. "Me encontré en un balcón / con un ángel celestial / que me devolvió mi cabeza, / me explicó cómo encontrarla, / cuando se desprende el alma / conectándola a mi corazón".

SPOTIFY

Para escuchar la playlist, haga click acá: https://open.spotify.com/playlist/5dsbqePdyG0xvu6M5zDLDl?si=LJXPeuQeSBGWtz-YX05jUw

 

Cultura
2021-02-13T06:28:00