¿Qué tanta evolución?

Racismo, homofobia y machismo en Hollywood: un pasado no pisado

Publicado el 11.07.2020  - 11 minutos
Por Leonel García

La moneda siempre tiene dos caras. Por un lado, el cine le debe a El nacimiento de una nación, la película de 1915 de David Wark Griffith, el empezar a ser considerado arte. Acá surgieron los planos alternados, los movimientos de cámara, el énfasis en los detalles gestuales y las acciones en paralelo. La industria, hasta entonces limitada a prácticamente ser la filmación de una obra teatral, vivió su gran revolución. Por otro lado, este filme, muy exitoso en términos lucrativos, parte del National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, es una oda al racismo que si 105 años atrás causó incidentes y polémicas, hoy sería completamente escandalosa. Ambientada en los hechos posteriores a la Guerra de Secesión, es un alegato a la supremacía blanca y una glorificación del Ku Klux Klan. Los negros eran pintados como sucios, borrachos, brutos y viciosos; lo de "pintados" era literal: los personificaban actores blancos maquillados con la técnica conocida como blackface.

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