Vivir un sueño ajeno
Me alegro de que mi madre haya muerto, el libro que revela los abusos que sufrió la actriz de iCarly
Jennette McCurdy cuenta cómo fue obligada a actuar, a lucir como una muñeca, a reducir la cantidad diaria de calorías y a soportar contactos físicos excesivos

@federicachiarino
Tiene la piel lisa y brillante. Sus ojos azules enmarcados por pestañas largas, encorvadas y pintadas de negro. Labios rosados con brillo en una sonrisa pícara, que no deja entrever los dientes. Su pelo rubio está recogido en una cola de caballo prolija, sin mechones librados al azar. Viste un conjunto sastrero en color rosado. Sostiene con sus manos un objeto también rosado: un jarrón de esos típicos en los que se guardan las cenizas de los muertos. El jarrón está semitapado y deja asomar pedacitos de papel tipo serpentinas, también rosadas, que simulan esas cenizas. Simulan las cenizas de su madre. El fondo de la imagen es también rosado, porque ese era su color favorito.
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