DÍA INTERNACIONAL DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA

Proteger la fertilidad frente al cáncer

Publicado el 18.10.2023  - 8 minutos
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Por Magdalena Cabrera
@mcabreran

Desde setiembre de 2022 hasta junio de este año, 45 mujeres recurrieron al Fondo Nacional de Recursos (FNR) para preservar ovocitos (óvulos) con el objetivo de poder ser madres el día de mañana. De ellas, el 62% (28 casos) fueron pacientes oncológicas diagnosticadas con cáncer de mama. Estos datos surgen de un pedido de acceso a la información realizado por Dana Kimelman, médica ginecóloga especialista en infertilidad del Centro de Esterilidad de Montevideo y especialista en oncofertilidad.

Si bien la preservación de ovocitos en personas menores de 40 años se practica en Uruguay desde hace más de una década de manera privada, hasta el año pasado el acceso a este tipo de tratamientos estaba limitado por los altos costos, que ascienden a 5.000 dólares aproximadamente. Sin embargo, en julio del año pasado una modificación en la Ley de Reproducción Asistida (19.167) habilitó la cobertura a través del FNR, democratizando el acceso. A su vez, permitió la preservación de ovocitos y espermatozoides a pacientes oncológicos dando vía libre a la oncofertilidad, una especialidad médica nacida en 2006 que conecta la oncología a la medicina reproductiva con el objetivo de desarrollar nuevas opciones para la preservación de la fertilidad en pacientes jóvenes, mejorando su calidad de vida una vez superada la enfermedad.

Este jueves 19 de octubre es el Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama, el tipo de cáncer más frecuente en Uruguay, con unos 2.000 casos anuales. Este dato se desprende de un informe de la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer correspondiente al período ­2015-2019 y publicado en junio de 2023. El mismo informe muestra que el cáncer de mama es también la primera causa de muerte entre las mujeres, dando cuenta de 715 muertes anuales. “Claramente muchas mujeres sobreviven y tenemos que ocuparnos de la calidad de vida que van a tener después de la enfermedad”, señaló Kimelman a Galería.

La especialista en oncofertilidad manifestó que está científicamente comprobado que la vida sexual y la fertilidad son dos de los aspectos que más afectan la calidad de vida de las sobrevivientes de cáncer de mama. Lo primero, por todo lo que tiene que ver con la imagen corporal y por los tratamientos que afectan la libido. Lo segundo, por las consecuencias de la quimioterapia, que no solo mata las células del cáncer, sino también afecta otro tipo de células, entre ellas, la reserva de óvulos. Afirmó que esta realidad cada vez se hace más evidente, dado que en los últimos años los médicos han detectado un aumento en la incidencia del cáncer de mama en mujeres menores de 40 años. Se trata de datos que todavía no se han publicado oficialmente, pero se espera que se den a conocer cuando se publiquen los datos del quinquenio, como se suele hacer. Más allá de esto, el informe de la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer da cuenta de que entre 2015 y 2019 se registró un caso de cáncer de mama en la franja de chicas de entre 15 y 19 años, ocho casos en mujeres de 20 a 24 años y 53 casos entre los 25 y 29 años. Entre los 30 y los 34 años se detectaron 134 casos y entre los 35 y los 39, 358. “Son mujeres que cuando se diagnostican todavía no completaron su deseo reproductivo”, explicó Kimelman.

Reserva de ovocitos. Cuando una mujer se somete a un tratamiento de quimioterapia su reserva ovárica se ve afectada, quedando muchas veces comprometida su posibilidad de quedar embarazada. Para remediar esta realidad la oncofertilidad ofrece la posibilidad de preservar ovocitos para protegerlos de la quimioterapia y, una vez terminado el tratamiento, si no se consigue el embarazo de manera espontánea, recurrir a estos ovocitos. 

Kimelman advirtió que en esto es muy importante la detección y derivación oportuna. “El tratamiento de la preservación de ovocitos tiene que hacerse antes del inicio de la quimioterapia. Si esta ya se empezó no se puede hacer, porque la quimioterapia afecta la información genética de los óvulos”, afirmó. Por esta razón, resaltó la importancia de que las mujeres diagnosticadas con cáncer sean derivadas lo antes posible a una consulta de oncofertilidad para poder ser asesoradas y tomar la decisión que quieran. “Son aspectos que tienen que ver con la calidad de vida de las sobrevivientes. Tener la conversación calma mucho y pueden enfrentar el tratamiento de otra manera”, aseguró. 

Actualmente, el Hospital de Clínicas tiene una policlínica de oncofertilidad donde son derivados los pacientes de Salud Pública de todo el país, tanto mujeres como varones, para que tengan el asesoramiento oportuno tanto de los efectos secundarios de los tratamientos como de las estrategias disponibles para proteger la fertilidad. También existen centros de salud privada que cuentan con este servicio de asesoramiento. No obstante, en el país existen únicamente tres centros privados de reproducción asistida, todos ubicados en Montevideo, que realizan el tratamiento de preservación de ovocitos y espermatozoides tanto de forma particular como financiado con el FNR: el Centro de Esterilidad de Montevideo, el Centro de Reproducción Humana y la Clínica Suizo Americana.

Efecto tamoxifeno. El camino de la reproducción asistida no es la única estrategia que ofrece la oncofertilidad para que una paciente oncológica pueda conseguir un embarazo. En este sentido, Kimelman aseguró que actualmente se buscan tratamientos más conservadores. “Antes éramos mucho más radicales en sacar el útero o los ovarios, por ejemplo. Ahora buscamos contemplar si realmente es necesario. La oncofertilidad es una disciplina que no solamente estudia guardar los óvulos o los espermatozoides, sino que trata de tener conductas más conservadoras, siempre que se pueda, protegiendo la calidad de vida de los sobrevivientes”.

Este es el caso de la reducción del uso del tamoxifeno en mujeres que han atravesado cáncer de mama con receptores hormonales positivos. El tamoxifeno es una medicación que reduce los estrógenos en la sangre para que el tumor no vuelva a aparecer, siendo muy efectiva en casos de cáncer de mama. No obstante, tiene la contraindicación de que una mujer no se puede quedar embarazada mientras lo está tomando. Esto llevó a que muchas pacientes dejaran de tomarlo, motivando una investigación entre 500 mujeres de Europa y Estados Unidos para estudiar sus consecuencias. Durante el estudio se permitió a estas mujeres abandonar la medicación por dos años, buscar un embarazo y posteriormente retomar la medicación. Los resultados preliminares fueron publicados en mayo de este año en la revista New England y fueron positivos. Es decir, dejar el tamoxifeno por un período sería una conducta segura. Los resultados finales se publicarán en 2028. “Es un estudio muy importante porque en las consultas vemos todo el tiempo mujeres que viven con mucha angustia el tener que seguir postergando su maternidad por tomar tamoxifeno”, expresó la especialista en oncofertilidad. Al respecto, aclaró que el cáncer de mama no es una contraindicación para un embarazo o lactancia posterior.

Lograr el embarazo

Al ser la oncofertilidad una especialidad médica bastante reciente, más aún en nuestro país, todavía no existen cifras oficiales sobre la cantidad de mujeres que, habiéndose sometido a sus tratamientos, han quedado embarazadas tanto de manera espontánea como recurriendo a sus ovocitos. En este sentido, Kimelman adelantó que la evidencia científica establece que idealmente una mujer de 35 años necesita unos 10 ovocitos para tener posibilidad de embarazo. En las mujeres mayores de 35, el número necesario de ovocitos es mayor porque su calidad ya está afectada por la edad. “Estos son los números estadísticos, pero habitualmente en mujeres con patologías oncológicas obtenemos entre ocho y 15 ovocitos”, expresó.

Factores de riesgo y medidas de prevención

Según datos de la Sociedad de Oncología Médica y Pediátrica del Uruguay, una de cada 11 mujeres uruguayas podría sufrir un cáncer de mama en algún momento de su vida. A su vez, entre el 85% y el 90% de los casos detectados tienen factores de riesgo que podrían modificarse. Para prevenirlo es necesario tener en cuenta algunas medidas:

Autoexamen de mama. A las mujeres adultas se les recomienda autoexaminarse, por lo menos, una vez al mes. Cuanto más tempranamente comiencen a hacerlo, mejor.

Mamografía. Las mujeres mayores de 50 años deben hacerla cada dos años, pero siempre teniendo en consideración su riesgo individual, por lo que a veces será necesario comenzar a hacerla antes. Muchos médicos recomiendan hacer la mamografía a partir de los 40 años.

La médica ginecóloga Dana Kimelman, especialista en oncofertilidad, resaltó que este estudio permite la detección de lesiones mucho antes de que clínicamente se manifiesten y se puedan palpar. “Esto es importante porque cambia el pronóstico de vida de la paciente”, aseguró la experta, e indicó además que la ecografía no sustituye a la mamografía.

Hábitos saludables. El ejercicio regular, la alimentación saludable, dormir bien, reducir el consumo de alcohol y no fumar ayudan en la prevención. Por otro lado, Kimelman aseguró que si bien no hay evidencia científica contundente de que el estrés sea un factor de riesgo, es importante tratar de reducirlo al máximo posible.

Embarazo y lactancia. Son factores protectores del cáncer de mama, es decir, reducen la posibilidad de padecer la enfermedad.

Actualidad
2023-10-18T12:42:00

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