Así en la vigilia como en el sueño
Cómo los sueños afectan la realidad
Usando los datos extraídos de un banco de sueños, nuevas investigaciones apoyan la hipótesis de continuidad según la cual la relación entre la vida diaria y el mundo onírico no es unidireccional

Los sueños de las mujeres se caracterizan por contener emociones más que interacciones en torno a determinadas actividades. Los de los hombres, en tanto, contienen más violencia y agresividad. Los adolescentes sueñan con personajes monstruosos y, a medida que se acercan a la temprana edad adulta, aparecen más escenas sexuales. Los sueños de un veterano de guerra están llenos de emociones negativas y agresión. Los de las personas ciegas incluyen más personajes femeninos y seres imaginarios. En tiempos de convulsión social, las personas suelen tener sueños más agresivos. Y, por último: la relación entre los sueños y la vida cotidiana no es unidireccional: la vida impacta en los sueños y viceversa.
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