GALERÍA | Revista Semanal

En algunas formas de decir, en la musicalidad de sus palabras, el peso de Italia en la vida de Pablo Atchugarry se hace palpable. Vive en el lago de Como hace más de 40 años. Está ahí su base, y muchas de sus amistades. Allí está Franco Barattini, gran amigo y propietario de la excantera Il Polvaccio, hoy Miguel Ángel, en Carrara, donde Atchugarry elige el mármol para sus obras. Allí está también don Marino Colombo, el sacerdote que le encargó La Piedad, que hoy impone su presencia en la capilla de la Fundación Pablo Atchugarry, en Manantiales. Varios de esos amigos, de ambos lados del océano, hablan en Atchugarry monumental, el documental de Alejandro Berger, Luis Ara y Lucas Vivo que estrenó recientemente la plataforma de streaming Star+ (y que se proyectará en el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry, MACA, el viernes 13). Se refieren, además de su inconmensurable talento, a su bonhomía: “Es referencia en lo artístico y referencia como ser humano en la Tierra”, dice el artista uruguayo Martín Pelenur.