El éxito después de One Direction
Harry Styles, el chico de las perlas y el corazón roto
El músico y actor se consolida como una estrella que coquetea entre el rock y el pop
Las boybands tienen ciertas características. Están compuestas por músicos jóvenes (que saben cómo atrapar a los adolescentes), con una identidad de grupo cuidada y definida. Aunque los miembros pueden tener distintos estilos, son carismáticos y están unidos por una misma identidad discursiva. Quizás puedan diferir al hablar de sus colores favoritos o sus cábalas, pero en las entrevistas y rondas de firmas recurren -cuidadosos- a lugares comunes para complacer a los fanáticos con opiniones sobre el amor, sus miedos y su futuro. La historia de la música muestra que es difícil que más tarde sigan sus propias carreras sin vivir a la sombra del lugar que alguna vez ocuparon. Pero es cierto que existen excepciones como Joey McIntyre y Jordan Knight que sacaron discos después de formar parte de New Kids on the Block. O Justin Timberlake, quien desafió las reglas del juego al llevar una exitosa carrera como solista lejos de sus compañeros de N Sync. Ahora la industria de la música suma un nuevo -y quizás más notorio- caso de estudio: el encantador y versátil Harry Styles.
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