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Con interminables aplausos de personalidades del ámbito de la cultura, Joan Manuel Serrat recibió el Premio Internacional a la Lucha por los Derechos Humanos y la Solidaridad de la Fundación Mario Benedetti. El cantautor español levantó la estatuilla realizada por el artista plástico Octavio Podestá, agradeció el homenaje y admitió que “luchar por los derechos humanos no es otra cosa que luchar por uno mismo”.
La presidenta de la fundación, Hortensia Campanella, dijo que la definición de este premio es uno de los momentos más importantes del año para la institución, ya que “desgraciadamente hay muchas situaciones injustas en el mundo y afortunadamente muchas personas que están dispuestas a enfrentarlas”. En este marco también se entregó un reconocimiento a la tribu Mandurukú, de Brasil, por su lucha en defensa de su territorio y su cultura milenaria.
Acompañado por su esposa, Candela Tiffón, Serrat recordó su amistad con el escritor Mario Benedetti y algunos proyectos en los que trabajaron juntos. “Estoy muy feliz y orgulloso de este premio que me une a tantas cosas, personas y sueños. Orgulloso por ser un premio que lleva el nombre de un artista y un amigo con el que durante muchos años compartimos los azares de la vida”, expresó, mientras se mostró afectado por la pérdida física de otros grandes referentes de la cultura como Eduardo Galeano y Daniel Viglietti.
A su vez destacó el trabajo que hace la fundación en la promoción de la cultura uruguaya y extranjera. Sobre el motivo por el que recibió el premio dijo que “la lucha por los derechos humanos y la solidaridad es una razón de vida” e instó a todos a cada día pelear por “la justicia y la libertad”.