Nuevos sabores
Cómo cambió el paladar de los montevideanos en las últimas décadas
En los últimos 20 años, los uruguayos se hicieron más amigos del picante, se abrieron al consumo de pescados crudos y especias, y comenzaron a ver la alimentación como un pilar de su salud. A esto se suman la impronta culinaria de la última ola inmigratoria desde Venezuela, México, Colombia y Corea, y la movida generada entorno al mundo de las bebidas, especialmente de los tragos aperitivos

Podemos empezar por decir que el paladar uruguayo como tal jamás ha sido estudiado. Es decir, no se conoce a ciencia cierta su tolerancia al dulce, al ácido, al salado y al amargo. Sin embargo, estos atributos son medibles, si se quisieran evaluar a través de la percepción de los umbrales de detección de los sabores. Así lo asegura la directora del Departamento de Alimentos de la Facultad de Química de Udelar y especialista en Evaluación Sensorial, Adriana Gámbaro, a galería. Y, al mismo tiempo, aclara que si bien es común inferir que los uruguayos toleran o gustan más de los sabores amargos debido a la costumbre de tomar mate, esta afirmación no está estudiada ni científicamente parece poder ser certera. "La baja o alta percepción de los sabores amargos se vincula con marcadores genéticos. Se sabe que un tercio de la población es más sensible a percibir sabores amargos. Según los gustos y hábitos de consumo de cada persona, esa sensación podrá ser interpretada como positiva o negativa", dice Gámbaro.
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