5 IMPERDIBLES

Bares de cerveza: una moda que llegó para quedarse

Publicado el 09.11.2022  - 8 minutos
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Matute. Foto: Mauricio Rodríguez. 

Quienes piensen que la cerveza se ha puesto de moda a partir de la proliferación de fábricas artesanales comete un error. La historia viene desde muy lejos, pero es cierto que desde principios del siglo XXI, en casi todo el país surgieron uno tras otro emprendimientos, casi todos artesanales, en los que amantes de la bebida intentaron desarrollar variedad de productos y diversificar sabores y estilos. De golpe, mucha gente aprendió a dominar el proceso de fermentación, a incorporar lúpulos y a controlar procesos metabólicos más o menos complejos. 

Con la aparición de esta variedad de productos, y con un público curioso y ávido de probar nuevos tipos de cervezas, se generó la necesidad de lugares donde poder hacerlo. De esa forma, muchos de los fabricantes no solo buscaron canales de comercialización a través de supermercados y tiendas especializadas, sino que abrieron sus propios bares o aprovecharon algunos que se crearon para poder distribuir sus productos artesanales. Estos sitios siguen en su mayoría algunos parámetros tradicionales: son lugares amplios, en general galpones, viejos depósitos o incluso lugares al aire libre. La barra tiene muchas canillas desde las que se sirven en directo las variedades de cervezas. Las hay de fermentaciones a baja temperatura (lager) o de temperatura más alta (ale), oscuras, rubias o rojas. Ligeras o más densas y alcohólicas. Con sabores amargos y mucho lúpulo o con gustos frutales o cítricos. Las hay de cebada, de trigo o incluso fermentadas a partir de frutas.  

El de las cervezas es un mundo interminable y desde siempre una gran pasión humana. Su historia es para muchos la historia misma de la civilización. Hay evidencias arqueológicas que muestran vestigios de bebidas fermentadas al estilo de una cerveza por lo menos 10.000 años a. C.; justo en el período en que el hombre transitó de la recolección y la caza a asentarse y dominar la agricultura. La producción de cerveza y pan comparten las mismas necesidades y procesos similares. En ambos casos se necesita una buena cantidad de cereales (trigo en un caso y cebada en el otro) que permitan empezar el proceso de fermentación. Muy probablemente las primeras cervezas se desarrollaron a partir de granos silvestres que quizás algún antepasado mesopotámico mojó para ablandar. Los azúcares del grano roto se pusieron en contacto con levaduras y el milagro de la fermentación comenzó. Algún audaz se atrevió a probar ese líquido un tanto espumoso, algo dulce, agradable al paladar y que alegraba el espíritu y ya no hubo vuelta atrás. El problema es que el grano silvestre no aseguraba tenerlo disponible en cantidades suficientes, y para lograr “domesticarlo” era necesario establecerse en lugares adecuados y hacer una selección de las semillas. Aunque aún no hay pruebas concluyentes, muchos autores sugieren que fue la necesidad de producir cerveza una de las motivaciones que hizo a aquellos antiguos habitantes de la Mesopotamia sentar cabeza y comenzar el proceso civilizatorio que nos trajo hasta los actuales bares de cerveza montevideanos. 

No queda claro cómo llegó la cerveza a lo que hoy es Uruguay, pero la teoría más aceptada indica que fueron los ingleses durante las invasiones los que la trajeron. Lo cierto es que poco tiempo más tarde, en el país naciente comenzaron a surgir fábricas grandes y chicas.

De la moderna corriente de bares cerveceros montevideanos herederos de todas estas tradiciones seleccionamos aquí cinco con estilos y públicos diferentes. 

Birra Brava

Foto: Sofía Torres. 

Foto: Sofía Torres. 

Si uno camina por la calle Buxareo rumbo a la rambla, puede pasar sin notar una puerta de garaje abierta y un pasillo que se abre apenas iluminado. Sin embargo, el murmullo llamará la atención y al mirar quizás se sienta la tentación de ver a donde lleva ese pasillo cuyas paredes están decoradas con toneladas de astillas de leña prolijamente apilada. En unos instantes todo se devela: un jardín con mesas ocupadas por comensales disfrutando de la oferta cervecera y de algunas de las tapas o pizzas que son el complemento gastronómico necesario para evitar que las cosas se vayan de las manos. Más adelante hay un amplio salón desde donde, si se desea algo de abrigo, se puede disfrutar igualmente de la vista al jardín. El menú incluye tapas tradicionales, tortilla, croquetas y una variedad de pizzas que salen de un gran horno de piso que preside la cocina. Temprano, el público es más grande y tranquilo; a medida que la noche avanza la edad de los comensales disminuye y el volumen de la música aumenta. Hay una variedad de estilos de cerveza de la casa y algunas invitadas. La Ipa es cítrica, suave, y la Doble Ipa algo más amarga y corpulenta. 

Buxareo 1178. Lunes a miércoles de 20 a 1 h, jueves a sábado de 20 a 2 h. Ig: @birrabrava

Oso Pardo

Foto: Sofía Torres. 

Foto: Sofía Torres. 

Esta propuesta algo más juvenil y ruidosa que las otras, tiene como destaque la calidad de las cervezas propias, de sabor muy personal y marcado. La Doble Ipa, por ejemplo, con un amargor muy ajustado con notas de café y un final refrescante con algo de cítrico, es una de las mejores. La de maracuyá también está entre las recomendadas. Todas se pueden tomar en pinta o 1/2 pinta y se acompañan con pizzas y hamburguesas. Estas últimas son especialmente buenas, en distintas opciones. Son contundentes sin ser exageradamente compactas, resultando  jugosas y con mucho sabor. Se destacan los aros de cebolla que pueden pedirse como acompañamiento en lugar de las tradicionales papas fritas. Perfectamente empanados, con una fritura perfecta, resultan crocantes por fuera y cremosos por dentro. La música sube con la noche y el público es animado pero tranquilo. Ir temprano puede ser una gran opción para disfrutar de este lugar algo escondido.

Obligado 1317. Domingo a miércoles de 19 a 1 h, jueves de 19 a 2 h, viernes y sábado de 19 a 3 h. Ig: @osopardo.uy

Malafama

Foto: Lucía Durán.

Foto: Lucía Durán.

En un enorme galpón de la calle Maldonado, Malafama es al mismo tiempo el lugar de fabricación de una amplia variedad de cervezas, el depósito y un gran espacio con mesas donde compartir con grupos de amigos o en pareja. La carta detalla ampliamente las características de la gran oferta de cervezas que puede probarse. En general, los mozos son muy atentos y suelen conocer bien el producto, por lo que asesoran con mucha eficiencia. La carta de comidas es muy buena con una selección de tapas, la mayoría preparadas en el horno de leña. Mención aparte merece la pizza, de estilo napolitano, es de las más genuinas que se pueden probar en Montevideo. No siempre hay, pero la de queso de oveja y pesto es una maravilla, de las mejores pizzas de la ciudad. 

Maldonado 1970. Martes a jueves de 20 a 2 h, viernes y sábado de 20 a 2.30 h. Ig: @cerveceria_malafama

Matute

Foto: Mauricio Rodríguez.

Foto: Mauricio Rodríguez.

Este local también incluye la fábrica de cervezas. La oferta que cambia con los días es enorme, más de 40 canillas ofrecen variedades propias e invitadas. Nada de lo cervecero le es ajeno a Federico Amándola, patrón del lugar, surfista y cocinero que supo regentear el restaurante Al Forno, en Montevideo y antes en Punta del Este. La pandemia lo llevó a concentrarse en este proyecto cervecero, donde la oferta gastronómica no falla. Es que Federico, formado en la escuela de Francis Mallamann, tiene casi tanta pasión por el fuego y los hierros como por la cerveza y el surf. Casi toda la propuesta gastronómica se basa en platos hechos en un horno de barro que usan con maestría, como las mollejas de cordero, pastas gratinadas, o pizza de queso azul y cebollas caramelizadas.

Pablo de María 1318. Domingo a miércoles de 18 a 1 h, jueves a sábado de 18 a 2 h. Ig: @matutecerveceria

Prado BierHaus

Foto: Lucía Durán.

Foto: Lucía Durán.

Este lugar se ha transformado en un clásico del barrio, donde las ofertas gastronómicas no son tan abundantes. En los últimos tiempos han comenzado a aparecer con timidez nuevas propuestas para diversos públicos y Prado BierHaus es una de ellas. Igual que en los otros casos, temprano el público es tranquilo y mayor. La oferta de cervezas incluye alguna propia y unas cuantas de otros fabricantes. Para acompañar, la carta de comida es variada y de porciones abundantes. Hay hamburguesas, picadas y unas excelentes bocatas y sándwiches. Es un lugar muy divertido y agradable, cuya visita se justifica ampliamente, no solo para los vecinos. 

Joaquín Suárez 3201. Lunes a miércoles de 18 a 2 h, jueves y viernes de 18 a 3 h, sábado y domningo de 12 a 3 h. Ig:@pradobierhaus

Gastronomía
2022-11-09T20:49:00