Aires de cambio
Punta del Diablo pide una nueva oportunidad
Surgió como un pueblo de pescadores y fue sede de la movida joven; ahora se posiciona como un destino familiar y de calidad, tanto en los hospedajes como en la oferta gastronómica

Foto: Lucía Durán
Playas hermosas sobre la costa oceánica, con agua tibia durante el verano y un ambiente familiar y tranquilo. Actividades que van desde el clásico surf hasta nado en aguas abiertas, yoga, tenis y cabalgatas. Una gastronomía de calidad, que incluye pesca del día, pastas caseras, panadería de masa madre y comida vegana. Noches oscuras, sin contaminación lumínica, donde las estrellas brillan con fuerza. Dormir sin más ruidos que el sonido de las olas. Esa es ahora la experiencia Punta del Diablo.
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