Guerra al punto calvo
Microimplante capilar para combatir la pérdida de cabello
Cada vez más hombres recurren al microimplante capilar para combatir la pérdida de cabello; la nueva tendencia alcanza desde jóvenes hasta deportistas como Rafael Nadal y actores como Kevin Costner
Tomar la decisión no fue sencillo. Antes de hacerse un microimplante capilar, Omar no había pasado por un quirófano y le tenía miedo a la anestesia. Pero, aunque le costó meses admitirlo, su mayor preocupación era la reacción y los comentarios de sus amigos. Esas mismas personas que hace años lo llamaban "el pelado del grupo". Al igual que su padre, Omar fue perdiendo el pelo de a poco y se rapaba para disimular los mechones que faltaban. Pero nunca se sintió cómodo. Le costaba confesarlo pero evitaba ver su imagen en el espejo y, fuera del trabajo, pasaba las temporadas con gorros o sombreros. "Tenía un problema grande. Tampoco me sentía bien contando lo que me afectaba. Todos me decían que era normal y que me la bancara", cuenta este hombre de 45 años a galería. Lo cierto es que también escondía este problema de autoestima por sus propios prejuicios sobre los tratamientos estéticos. Omar no contuvo la risa cuando un amigo llegó con el cuento de que se había depilado. Ni el día en que otro apareció con el pelo teñido para disimular las canas. "A veces nos reímos por la presión y por la idea del 'macho' que capaz tendríamos que cumplir", asegura. Así, y después de olvidarse de este preconcepto, se enteró de que un colega iba a faltar a la oficina para hacerse un microimplante capilar. Curioso, buscó el término en Internet y encontró esta técnica que se popularizó en las últimas décadas como una solución para la pérdida de cabello. "Al principio me pareció una locura. Después me di cuenta de que no tenía nada de malo y que era una buena oportunidad para borrar un problema que me molestaba hacía tiempo", recuerda. Con algunas dudas y después de discutirlo en familia, Omar viajó a Buenos Aires para borrar las huellas del paso de los años en una clínica. Aún no se recuperó del procedimiento, que también se hace en Montevideo, pero ya se siente más cómodo con su pelo, que está creciendo de forma pareja y más natural.
Esta nota es exclusiva para suscriptores de BÚSQUEDA Y GALERÍA
Elegí tu plan y suscribite
¿Ya sos suscriptor? Iniciá sesión
Probá nuestro servicio, registrate y accedé a una nota gratuita por semana.