Entre maullidos y capuchinos
Mascota por un rato: el auge de los cat cafés
Estos restaurantes ofrecen a sus clientes la posibilidad de estar en compañía de un gato y, en algunos casos, de adoptarlos; El primero en Uruguay está ubicado en Punta del Este
Tomar un café en compañía de un animal -perro o gato, según la preferencia- es una experiencia más que placentera. Para muchos, incluso, relajante y desestresante. Pero no todos pueden darse ese lujo, porque ser dueño de una mascota no es sencillo. Para empezar, es necesario vivir en una casa o apartamento que lo permita -ya sea por su tamaño o por los otros ocupantes del espacio-, también tener tiempo disponible, un presupuesto mínimo que permita cubrir todos los gastos y paciencia, mucha paciencia. Y ¿qué tal si existiera una forma de jugar con gatitos sin todo ese compromiso? Esa es la premisa de los cat cafés, unos restaurantes en los que el cliente puede, además de comer algo rico, mimar a diferentes animales.
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