Arrimando y bochando
El llamado “deporte de la amistad” resiste la pandemia y junta las distintas generaciones
Popular en todos los países con importante colectividad italiana, las bochas mantienen su esencia, su popularidad y una infaltable cantina al lado de la cancha.
"Esa no llega ni atada", murmura despectivo un hincha, buzo grueso, bigote ancho y vaso de whisky en mano, acodado en la baranda de la cancha de bochas Juan E. Vanelli, del club Los 33 de Malvín Norte. Pero la arrimada de Mingo, un veterano flaco y alto, representante de los locales, es lo suficientemente buena como para rozar al bochín y obligar a los visitantes, el club Carioca del Cerro, a esforzarse para retomar la delantera. "Te tapó la boca", respondió otro hincha, murmurando también, sentado en una mesa al borde de la baranda, gorro de lana, barba que requiere urgente afeitada y vaso de vino cortado con refresco en la mano. Los dos sonríen, a Mingo se le adivina la sonrisa de satisfacción debajo del barbijo con los colores de su equipo y la final del Torneo Preparación toma color.
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