Carta de la editora

La enriquecedora influencia de la cultura argentina

Publicado el 30.11.2022  - 5 minutos
imagen de La enriquecedora influencia de la cultura argentina

Por Carolina Villamonte

Siempre, el arte y la cultura generados en Argentina han gozado de gran calidad y prestigio. Y aunque Uruguay también es una cantera inagotable de talento artístico de toda índole, la posibilidad cada vez más frecuente de contemplar, admirar y nutrirnos de la cultura que se produce del otro lado del río es una de las consecuencias beneficiosas que ha traído la coyuntura económica y esta diferencia cambiaria que se vive hoy. Nos acerca, entre muchas otras cosas, al buen talento de los argentinos y a la oportunidad de conocer la forma que tienen de pensar, de crear, de plantarse frente a una obra, de concebir la vocación, el trabajo, de comprender su filosofía de vida.

Pasada la pandemia, la explosión de propuestas artísticas en Montevideo no deja fin de semana sin tener salas llenas, conciertos al aire libre, visitas de artistas y escritores de la región y de otras partes del mundo también. Llegado el primer día del último mes del año, si pasamos raya —a pesar de que la agenda sigue bien cargada por unos días más— se puede decir que este fue un año excepcionalmente activo y muy rico en actividades culturales. Con certeza, de hacerse una encuesta, a lo largo de 2023 cada uruguayo ha asistido a un significativo número de espectáculos, que si se compara con años previos a la pandemia resultaría bastante más elevado. 

Esta efervescencia que se vive en las carteleras montevideanas —y que afortunadamente se ha derramado hacia salas del interior del país— tiene un ingrediente no menor, que es la influencia de lo mejor de la cultura argentina, que tan bien nos hace. De todas las ramas, han llegado hasta aquí figuras destacadas que vuelcan sus conocimientos y su arte dejando huella —como sucede cuando el contenido es bueno y sólido— en el público que los ve y los escucha. 

A lo largo del año, y como ya hemos consignado en nuestras páginas en números anteriores, la oferta teatral argentina en salas uruguayas no se ha detenido, y con solo escuchar los nombres de quienes vienen se despierta el impulso de salir a comprar las entradas. Julio Chávez, Mauricio Dayub, Eleonora Wexler, Paola Krum, Julieta Díaz, Gloria Carrá, Patricia Palmer, Cecilia Dopazo, Gabriela Acher, Gabriel Rolón, Soledad Sylveira, Verónica Llinás, la lista es interminable. En cuanto a la música, Fito Páez acaba de revolucionar la ciudad. Desembarcó con El amor 30 años después del amor con tres fechas en el gigantesco Antel Arena, dejando en evidencia la sed que había por su arte entre el público uruguayo. Y antes que él, este año han venido muchos. Muchos. Y cada acercamiento a esta clase de artistas es una cátedra de belleza y sensibilidad. 

La semana pasada, la reconocida periodista argentina Leila Guerriero dio un seminario de dos días en la librería Puro Verso de 18 de Julio y Cuareim. Además de una clase magistral de periodismo cultural, fue una oportunidad de conocer bien de cerca los mecanismos de una mente privilegiada que tiene la generosidad de compartirlos sin objeciones ni celos profesionales. Sus métodos, sus principios, su forma de trabajar, sus historias en la práctica de la profesión eran música para los oídos de los que estaban allí. Y eso siempre enriquece el alma. Uno sale siendo un poquito mejor profesional y persona después de escuchar talentos como ella.

La tapa de este número la ocupan el reconocido artista visual argentino Edgardo Giménez y su colega, empresaria, amiga y coterránea Amalia Amoedo. Dentro de su amplísimo campo de trabajo, Giménez hizo el diseño arquitectónico de la casa de la Fundación Ama Amoedo Residencia Artística, en José Ignacio, junto a la casa donde ella vive todo el año. Afortunadamente, Amoedo decidió venir a instalarse a Uruguay y abrir allí un polo de arte en el Este, acercando la cultura de su país al nuestro. El artista de 80 años hizo el proyecto de la casa durante la pandemia y recién la conoció personalmente en octubre pasado, cuando vino a inaugurar un nuevo programa de la fundación para diferentes agentes culturales. Ese movimiento de artistas y gente vinculada al rubro no hace más que despertar el interés y profundizar la sensibilidad en el público.

A través de la entrevista que María Inés Fiordelmondo les hizo a Giménez y a Amoedo, y que publicamos en estas páginas, podemos acceder a una parte del pensamiento de este gran artista de risa fácil y optimismo desbordante. “Me parece mal que los artistas se pronuncien a favor de cómo está el mundo. Ya sabemos que el mundo está horrible, pero trabajemos en contra de lo horrible, trabajemos cada cual desde su vida aportando a una cosa positiva, a una cosa que te levante el ánimo”, asegura. Es una opinión. Se puede estar de acuerdo o no, pero seguro deja pensando. Porque como dice el mismo Giménez, “el verdadero arte es el que no te deja ileso”. n

Edición 1136
2022-11-30T13:38:00