Viajes
La resiliente y osada Róterdam
La arquitectura atípica y futurista, los aires industriales y portuarios, sumado a una gran cantidad de museos impresionantes, la definen como una de las ciudades más singulares de Europa
Le dicen la hermana fea de Ámsterdam y son varios los turistas que la minimizan. Pero la malinterpretan. Róterdam sufre del síndrome de la segunda ciudad, opacada por la tan renombrada capital neerlandesa, y rara vez integra una agenda de viaje promedio por Europa, aunque debería. A diferencia de Praga, Florencia, París o Utrecht, esas ciudades que encantan por su armonía en la arquitectura y por su aura de cuento de hadas, el encanto de Róterdam se encuentra en lo opuesto. Es en sus grandes contrastes entre edificios antiguos, de ladrillos, pequeños, de pocos pisos y aquellos de formas extrañas, otros espejados o de colores brillantes, donde se halla su gracia. Barcos de madera, largos, con vela, están anclados en el canal, al pie de edificios altísimos y plateados construidos, a su vez, entre grupos de casas pequeñas del siglo XX.
Esta nota es exclusiva para suscriptores de BÚSQUEDA Y GALERÍA
Elegí tu plan y suscribite
¿Ya sos suscriptor? Iniciá sesión
Probá nuestro servicio, registrate y accedé a una nota gratuita por semana.