Entrevista a Gustavo Morello

La íntima relación entre los tatuajes y la religión en América Latina

Publicado el 20.12.2020  - 14 minutos
Por Juan Andrés Ferreira

Dragones, peces, leones, serpientes, tigres, perros, panteras. Árboles, cascadas, flores de cerezo, nubes, estrellas. Dioses y monstruos. Puñales, pistolas, balas, cruces, flechas, glifos, dagas. Corazones. Barcos, velas, anclas, escudos. Figuras mitológicas, personajes históricos, criaturas de ficción. Emblemas patrióticos y religiosos. Emblemas amorosos o eróticos. Retratos de seres queridos. Inscripciones en pali, japonés, chino, copto, alfabeto romano. Los tatuajes parecen ser cada vez más populares. Realistas, abstractos, geométricos; old school o tradicionales; new school o graffiti; neotradicionales, góticos, punteados, maoríes o japoneses. Figuras y representaciones que convierten al cuerpo en un museo, un catálogo imborrable de experiencias, acontecimientos y creencias. Los tatuajes, se dice, llevan a la piel lo que la persona porta en su fuero interno.
Gustavo Morello es argentino, sociólogo y sacerdote jesuita. Magíster en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Córdoba y doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires, se desempeña como profesor en el Departamento de Sociología de la universidad jesuita Boston College, en Chestnut Hill, Massachusetts. Sus principales trabajos exploran la transformación religiosa en América Latina y en su libro Dónde estaba Dios. Católicos y terrorismo de Estado en la Argentina de los setentas aborda los complicados vínculos entre la religión y la violencia política.
Hace algunas semanas, en el marco de un ciclo de conferencias organizado por la Universidad Católica del Uruguay (UCU) sobre el fenómeno de la religiosidad desde las ciencias sociales, Morello presentó, vía Zoom, la síntesis de un trabajo por el que últimamente recibe muchas consultas: Te llevo bajo la piel, artículo de investigación publicado por primera vez en octubre de 2020, en el que estudia el escenario religioso contemporáneo a través de los tatuajes. "Parece que es el tema más cool que he investigado: mis cuñados, mis amigos, que nunca dan mucha bola a lo que hago, me preguntan cosas sobre los tatuajes", comenta entre risas.
Para Morello es importante tener en cuenta que los tatuajes son, en general, una elección estética. Las personas los tienen porque les gustan. No todos los tatuajes son significativos y no todos los tatuajes significativos tienen una connotación religiosa o sacralizan algo. Lo que hace que un tatuaje sea sagrado no es la imagen sino el proceso que atraviesa la persona: "El proceso de diferenciación y selección de una experiencia específica entre muchas, que ordena el mundo del sujeto y su narrativa al respecto", explica. "Hay tatuajes que tienen un significado religioso incluso cuando no son diseños religiosos".

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