Arquitectura icónica en el este
El detrás de escena de las obras del Museo de Arte Americano, un "contenedor de sueños"
Diseñado por Carlos Ott, ubicado en el predio de la Fundación Atchugarry, el museo empieza a insinuar sus curvas; no será un proyecto más para el destino ni para los artistas uruguayos, y mucho menos para la familia a cargo de su construcción

Adrián Echeverriaga
Pablo Atchugarry dice que el Museo de Arte Contemporáneo Americano que empezó a soñar hace tres años es como el arca de Noé, y no hace falta explicar por qué. La asociación enseguida resulta acertada e inevitable. El proyecto en obras está en esa etapa en la que empieza a insinuar sus dimensiones. Enclavado sobre una altura en un campo verde, orientado hacia una capilla y un horizonte ligeramente ondulado de bosques dispersos y lagos, las siluetas del museo de 110 metros de largo y 16 de alto, aunque incompletas, ya parecen capaces de retener hasta los ojos más distraídos con su mezcla exorbitante de puntas, curvas y madera. Lo que allí se viene no es un proyecto más. Para Atchugarry, el museo que se inaugurará dentro de exactamente un año (en enero del 2022) en el predio de su fundación será principalmente un "contenedor de sueños" para los artistas del continente.
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