Carta de la editora
Elegir cómo queremos vivir

El lugar donde uno vive determina la vida que se lleva. Si es en la ciudad, en el campo, en un balneario o en un pueblo, las rutinas van a ser diferentes, los hábitos van a ser otros. Pero incluso dentro de estas opciones las alternativas se van diversificando. Por ejemplo, en la ciudad nos puede tocar vivir en un barrio céntrico o en uno más tranquilo, de vida apacible, y eso probablemente cambie nuestros días, cuando salimos a hacer mandados o en los tiempos libres. O si estamos más cerca o más lejos del trabajo y cómo nos trasladamos hasta allí. Podemos vivir en una casa o en un apartamento, y sabemos que las cosas son diferentes en un caso o en otro, empezando por la convivencia con los vecinos. Además, si la casa tiene fondo y parrillero, posiblemente sea lugar de encuentro con la familia y amigos y esto alimente nuestros vínculos. O si el apartamento tiene hermosas vistas, estaremos más en contacto con lo que sucede en el cielo: lunas, atardeceres, tormentas.
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