Tokio 2020
Entre récords, lágrimas y aprendizajes: unos juegos olímpicos diferentes
El caso de la gimnasta Simone Biles puso en el tapete un tema del que se habla poco: la salud mental de los deportistas
Hace más de un siglo, el 5 de marzo de 1918, el volante de marca Abdón Porte decidió suicidarse en el Parque Central, la cancha de Nacional, el club que defendía con extremo tesón y al que amaba "como el creyente a su fe", según escribió el histórico dirigente tricolor Numa Pesquera. La leyenda indica que Porte tomó esa decisión debido a su menguante rendimiento deportivo, el que hacía que a sus 24 o 25 años -se sabe que nació en 1893, no la fecha precisa- peligrara su lugar en el equipo titular. Eso se refleja en las dos cartas que dejó, una al presidente del club y otra a un familiar. Desde ese mismo momento, su autoeliminación adquirió tintes de tragedia heroica. Incluso inspiró cuentos de Horacio Quiroga (Juan Polti, half back) y de Eduardo Galeano (Muerte en la cancha). Una de las tribunas del Gran Parque Central lleva su nombre; una bandera de la hinchada de Nacional reza: "Por la sangre de Abdón"; muchos hinchas albos lo tienen como un ídolo eterno y un ejemplo de amor a la enseña hasta las últimas circunstancias.
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